HISPANIA Airways comenzó ayer a operar desde el Federico García Lorca. Y lo hace sin ayuda económica institucional. La delicada situación financiera que viven las administraciones ha obligado a prescindir de subvenciones, que en su momento fueron claves para atraer hasta el aeródromo de Chauchina a compañías como Ryanair. Ahora, con las arcas vacías, sólo queda el "apoyo promocional", tal y como aseguró ayer el presidente de Hispania, Luis Araque. Ni le han ofrecido dinero, ni lo ha pedido. El tiempo, y los balances contables, dirán si el proyecto que ayer vio la luz tiene futuro. Por ahora, ya se le puede agradecer que haya dejado de lado -al menos así lo aseguró su responsable ante los medios que asistieron al vuelo inaugural- la vena plañidera a la que tan acostumbradas están algunas empresas, que viven por y para coger subvenciones públicas. El apoyo de las instituciones debe estar ahí, sin duda, para alentar a las empresas, pero éstas, a su vez, deben asumir riesgos.

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