UNA más, otra mujer asesinada a manos de su marido. Son ya 28 víctimas en nuestro país, 6 andaluzas, por esta causa desde que comenzó el año.

Una realidad insoportable aunque cercana, esta vez una vecina de Motril, Araceli, ha sido brutalmente asesinada.

Un reciente estudio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha dicho que el 92% de los españoles rechaza la violencia física o sexual contra la pareja, pero no las amenazas verbales, lo que se conoce como maltrato psicológico que es tolerado por uno de cada tres.

Y además el 38% de los encuestados exculpan a los agresores a los que atribuyen un a enfermedad mental, y el 35% cree que las mujeres víctimas sufren violencia porque consienten esa situación.

La violencia de género es un problema social, es un asunto colectivo. Lo es porque tiene su origen en la cultura patriarcal de la que todos participamos.

Un macroestudio realizado en toda la Unión Europea indica que el 22% de las europeas ha sufrido violencia machista, variando de un país a otro en función de la percepción que en cada país se tiene sobre el fenómeno, de hecho en Dinamarca es el 52%, en Finlandia el 47%, y en Suecia el 46%, la cifra para España es el 22%.

Creo que debemos hacernos preguntas y producir cambios en nuestras actitudes y comportamientos, en nuestras creencias para poder erradicar la violencia machista.

Todas y todos somos cómplices de forma explícita unas veces y otras implícita. Son los estereotipos de género los que conducen a unas relaciones de poder, de dominio de los hombres sobre las mujeres, y es ahí donde podemos buscar las causas.

Hay mucho que hacer para que comprendamos, para que toda la sociedad conozca qué es la violencia de género, que es circular, ascendente, paulatina. Comienza con la llamada 'violencia de control' (de horarios, de formas de vestir, de amistades) que es tolerada por el 32% de los hombres y el 29% de las mujeres. Es preciso que sepamos que desde ahí se llega hasta el infierno del maltrato físico y sexual y que suelen estar unidos. El cambio social se ha de producir en diferentes niveles, en las relaciones individuales de cada una y cada uno, para que sean equilibradas, respetuosas; en promover la igualdad entre los géneros en todos los ámbitos de la vida: relaciones familiares, educación, medios de comunicación, empleo, instituciones, política , administración pública, etc.

España ha sido un país avanzado en la lucha contra la violencia de género desde que el año 2004 se aprobara la Ley Integral, en Andalucía se aprobó otra en el año 2007 para las competencias autonómicas. Sin embargo ahora estamos viviendo un retroceso en el apoyo a los dispositivos y los recursos destinados a la lucha contra la violencia de género por parte del Gobierno de España, eso es una muy mala noticia, como lo es que hayan bajado las denuncias un 10%, porque sabemos que hay mucha violencia oculta que sus víctimas no se atreven a denunciar. Nuestra responsabilidad es apoyarlas para que puedan salir de esa situación.