La chauna

José Torrente

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2+2=0

Salvador ha basado su carrera en ese lugar donde el narciso solo ve a través de su propia mirada

Luis Salvador puso fin a su menguada Alcaldía. Revanchista y repleto de rencor, declaró que quien lo sustituyera debería ser quien hubiera encabezado la lista más votada. Hacía un ejercicio de fino cinismo, un resumen perfecto de lo que significan la verdad y la realidad en su carrera política. Un periplo donde sus dichos y sus hechos llevan rutas distantes. Es en la traición donde ha basado su carrera, ese lugar donde el narciso solo ve a través del espejo de su propia mirada.

Dejar gobernar a la lista más votada como aserto, nada de reproche merece desde el punto de vista democrático. Tampoco lo contrario debe ser objeto de demérito. Que se lo digan a él mismo si no. Los pactos postelectorales son tan democráticos siempre como las victorias en las urnas. Aquí la única pega que ponerle a la chulería de don Luis es que tal eslogan salga de su boquita de tragar quina. Mueve a rebato que lo diga él, precisamente él, tras ocupar la alcaldía nazarí habiendo sido el cabeza de lista de la tercera opción más votada. La tercera. La ley del embudo es su aportación estrella a la política ciudadana. Su intención siempre fue así de particular. Con esa máxima no escrita de lo ancho para mi y lo estrecho para los demás, tácitamente descrita en su cambiante ideario, se explica fácilmente su currículo de saltimbanqui de la política granadina.

Será a las 11:00 horas de mañana, 7 de julio y San Fermín, cuando el Pleno de la ciudad de Granada decidirá quién es su alcalde. Luis Salvador, vencido por el deseo de venganza desde que Pérez empezara a bailar la yenka de Paco, ha decidido entregar la alcaldía a uno de los dos Pacos nominados por Sebastián: al imputado. Es poco probable que surja la sorpresa, y Cuenca, contrariamente a aquel despechado alarde de su portavoz, no tendrá empacho alguno en salir de la mano de Luis al tranco de la puerta, collar en ristre y vara en mano, exhibiendo a Granada el flechazo que les volvió a enamorar sin medida ni recato. Agüita del avellano y al perol del olvido la calabaza, tres salves, un Padre Nuestro y la gracia de sus manos. Gloria bendita.

Luis Salvador con cuatro concejales se coló de primer edil en aquel momento en que Vox negó a Sebastián Pérez como alcalde. Y se la clavó al PP de Sebas al proponerse como solución para evitar que gobernara el PSOE del mismo Paco al que mañana aupará sin rubor, gozoso y jactancioso, derrotando el 2+2 de Sebas por un contundente 2-0 junto a Paco. Su normalidad es volver a casa.

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