Bien abrigados y protegidos contra la lluvia

Hay quien quiere a su perro, a su gato o, en este caso, a su coche. Con la bajada de las temperaturas y el congelado rocío mañanero propio de estas fechas, algunos de los coches que duermen en la calle sufren las consecuencias indeseables de la cristalización enfermiza del agua. Con la solución del plástico, los propietarios consiguen que sus coches no duerman del todo a la intemperie, que no se mojen demasiado si llueve y, de paso, que no sufran tanto el frío para cuando sus dueños tengan la intención de usarlos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios