Res Pública

José Antonio Montilla

montilla@ugr.es

Campo de Bram

Lo importante de esta exposición no es sólo lo que cuenta sobre el pasado sino lo que evoca sobre el presente

El próximo martes se inaugura en el Centro Cultural Memoria de Andalucía, de la Fundación CajaGranada, una de esas exposiciones que resulta imprescindible visitar. La Fundación Pablo Iglesias trae a Granada las fotografías que Agustí Centelles hizo en el campo de refugiados de Bram, en el sur de Francia. Centelles es uno de los grandes fotógrafos de la guerra civil española. Muchos recordarán sus fotos de las barricadas de Barcelona, de las milicianas en el frente de Aragón o del beso. Y todos hemos oído hablar de la historia de su maleta. Esa que sacó de España en febrero de 1939, con miles de negativos sobre la guerra civil, dejó en Francia, al cuidado de una familia de Carcasona, y luego recogió en 1976, tras la muerte de Franco.

Cuando Centelles salió de España fue internado en el campo de refugiados de Bram, al igual que otros muchos republicanos. Allí, con su Leica, se dedicó a fotografiar la vida cotidiana del campo. La experiencia de ver ahora esas fotos es sobrecogedora. Y no sólo por lo que nos cuenta sobre el sufrimiento de los perdedores de la guerra civil española. Lo sobrecogedor es el parecido que tiene ese campo de refugiados a los que vemos actualmente en la frontera siria con Líbano, Jordania o Turquía; en Grecia, sea en Lesbos o junto a la frontera de Idomeni, o en la isla italiana de Lampedusa. Si exceptuamos la ausencia de mujeres y niños todo lo demás se parece. Es similar la estructura del campo, los barracones o los espacios comunes, pero, sobre todo, son las mismas caras de tristeza de personas desplazadas a las que la guerra ha separado de su familia y les ha robado el futuro. Esas "tristes guerras, si no es amor la empresa", que nos decía Miguel Hernández.

Por tanto, lo importante de esta exposición no es sólo lo que nos cuenta sobre el pasado sino lo que nos evoca sobre el presente. En 2015, la Comisión Europea había elaborado un plan para reubicar entre los países de la Unión a los refugiados sirios que se hacinan en estos campos de Grecia o de Italia huyendo de la guerra, como en 1939 lo hicieron los republicanos españoles en el sur de Francia. España tenía que recibir, según ese reparto, a 17.000 refugiados; a día de hoy apenas han llegado 1.000. Estamos mirando para otro lado ante cientos de miles de personas que sufren. Por ello, recordar nuestro pasado debe servirnos para ser solidarios con los que hoy sufren en las mismas condiciones y por las mismas causas, las tristes guerras, que lo hicieron los españoles hace 75 años.

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