Justo después de las elecciones andaluzas escribí en esta misma columna clamando por un movimiento de regeneración que no dejara a nadie atrás. Un movimiento que construyera con alegría las certezas que la gente necesita, frente al odio y al miedo que algunos fomentan para seguir beneficiando a los privilegiados de siempre.

Cincuenta días después parece que las cosas se empiezan a mover. Mientras quienes dirigen los partidos andaluces que han perdido las elecciones siguen pensando que dimitir es un nombre ruso, numerosas candidaturas municipalistas están apostando por proyectos locales que responden a las necesidades de sus ciudades. Las principales alcaldías del cambio han dejado claro que pretenden seguir mejorando sus localidades sin que los partidos resten protagonismo a la gente. De este modo hacen valer las alianzas que se han fraguado durante los últimos cuatro años entre quienes han aportado desde los municipios su granito o su montaña de arena para mejorar la vida de la gente.

El ejemplo más sonado es el de la capital del país, cuya alcaldesa Manuela Carmena, acompañada por Íñigo Errejón, ha dado el paso para construir un movimiento que vaya más allá de los partidos y de su propia ciudad, con la legitimidad que le da el alto grado de valoración que tiene su gestión.

Este empuje desde lo local vuelve a abrir una brecha de esperanza en los muros que algunos quieren construir. Nuestra ciudad, no se va a quedar atrás, y aquí también encontramos en Vamos Granada ese movimiento de regeneración que tanto necesita un ayuntamiento tan maltratado por la corrupción y el mal gobierno como el nuestro. Frente a las viejas recetas y los viejos recetados desde Sevilla o Madrid, Marta Gutiérrez ha tenido la habilidad de crear un equipo solvente con profesionales de capacidad contrastada que le darán un vuelco a la gestión municipal. Entre otros, Vamos Granada cuenta con referentes de la sanidad como el Doctor Antonio Daponte. Este profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública es un firme defensor de los dos hospitales completos y de la sanidad pública. Además es un experto en analizar y abordar las desigualdades que existen en nuestra ciudad, y también sería la persona ideal para acabar con los problemas de contaminación que nos afectan, y que disminuyen nuestra esperanza de vida en un año. ¿Cómo de importante es un año en la vida de una persona? Pues seguramente tanto como para apostar por un gobierno que por fin se preocupe por Granada como el equipo de Carmena se ha preocupado por Madrid y sus problemas de contaminación.