Cataluña, a la casilla de salida

Creo que es más urgente que antes el diálogo político para encontrar un nuevo acuerdo que favorezca la convivencia

Las elecciones del pasado jueves en Cataluña dejan el problema mayor que tiene hoy la política española en la casilla de salida, pero quizá aún con peor pronóstico.

Una jornada electoral con una participación récord y prácticamente sin incidentes deja claro que casi la mitad de la población ha optado por partidos independentistas y ello refleja que hay un enorme problema en relación al encaje de Cataluña en España.

Como demócrata que soy acepto el resultado de las urnas y en vista de que es muy probable que se configure un nuevo Gobierno favorable a mantener el proceso independentista, creo que es más urgente que antes el diálogo político para encontrar un nuevo acuerdo que favorezca la convivencia y respete la voluntad de la ciudadanía.

Creo que es más necesario que antes desarrollar el proyecto político que propone el PSOE de explorar una reforma de la Constitución que ofrezca nuevos espacios para el encaje territorial y que, manteniendo la igualdad a todos los ciudadanos en los derechos sociales, amplíe el catálogo de derechos y mejore el funcionamiento y la cohesión del Estado.

El instrumento es la política; el procedimiento es el diálogo; el requisito es la disposición a la negociación y al acuerdo. Es obligatorio explorar esta vía que debe ponerse en marcha respetando los mecanismos establecidos por el Estado de Derecho. Y es una exigencia para quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de España tanto desde el Gobierno como desde la oposición.

El PSOE ha cumplido su obligación ya que viene planteando desde 2012 una solución política dialogada que termine en un nuevo pacto constitucional. El Gobierno de Rajoy debe despertar del letargo con el que ha enfocado el problema territorial catalán durante estos años y que le ha costado a su partido ser la última fuerza política en Cataluña.

Es verdad que volver a la casilla de salida es desesperante pero, al igual que ocurre en el juego, también es una nueva oportunidad que debemos aprovechar escuchando y respetando la voz de la ciudadanía que ha hablado con claridad en las elecciones del pasado jueves.

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