Recentralizar o desmembrar España sería un desastre". Esta afirmación (que comparto plenamente) la hizo Alfredo Pérez Rubalcaba en Granada el 6 de julio de 2013. Y la hizo tras la reunión del Consejo Territorial del PSOE que se celebró en el Hotel Saray de Granada y a la que asistieron todos los líderes regionales socialistas.

El motivo de aquella reunión fue debatir y aprobar lo que se denominó la 'Declaración de Granada. Un nuevo pacto territorial: la España de todos'; es, a día de hoy, la única propuesta política de un partido de Gobierno (el PSOE) para solucionar el conflicto territorial con Cataluña basada en una apuesta de convivencia y de pacto político, abierto a todos los partidos y en el marco de la Constitución. Esta propuesta fue actualizada en julio de 2017 con la denominada Declaración de Barcelona del PSC y el PSOE.

Se puede afirmar que Cataluña hoy está en un callejón sin salida como consecuencia de las decisiones políticas unilaterales de los partidos independentistas que han tenido consecuencias judiciales con la sentencia sobre el 'procés' emitida a mediados de octubre pasado.

En estos momentos, el acuerdo político anunciado esta semana por Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias por el que el PSOE y Unidas Podemos apuestan por un Gobierno de coalición, incluye entre sus 10 puntos una propuesta para "abordar el conflicto territorial con Cataluña que prioriza el objetivo de garantizar la convivencia y la normalización de la vida política fomentando el diálogo en Cataluña y buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución", según reza literalmente.

Por lo tanto, tenemos un partido (el PSOE) y un futuro Gobierno (si finalmente sale adelante la investidura) con una propuesta de solución política para Cataluña basada en el diálogo y el acuerdo para la convivencia, dentro de la Constitución. ¿Cuál es entonces el problema? Que el PP no hace explícito un planteamiento alternativo de consenso. Ese es un serio problema. ¿Cuál es la propuesta de convivencia del PP como partido con opciones de Gobierno en España? No existe.

Estoy convencido que, o hay solución acordada, o la imposición de unos sobre otros hará que se sigan aumentando los partidarios de la independencia e incrementando las opciones de ser independientes en uno o dos decenios o, peor aún, se podrá romper la convivencia entre catalanes en Cataluña. Y la política debe servir (como ocurrió en la Transición) para unir, acordar y convivir. ¡Vamos, digo yo!

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