Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

Celebremos la hispanidad

La Historia no es un cuento infantil de seres bondadosos que se enfrentan a malvados y culmina con final feliz

Este año, como es habitual, y aún semiconfinados por la pandemia, las redes sociales libraran la tradicional Batalla de las Pamplinas del 12 de Octubre que sustituye a los antiguos Juegos Florales. Entre los indigentes intelectuales del "Nada que celebrar" y los enfervorizados propagandistas del "Imperio Eterno" se empeñarán en demostrar al resto del mundo que carecen de sentido del ridículo, casi tanto como de capacidad crítica.

Se está instaurando en todo el mundo un lamentable proceso a la Historia absolutamente ayuno de análisis, contextualización y racionalidad. La Historia no es un cuento infantil de seres bondadosos que se enfrentan a pérfidos malvados y culmina con un final feliz. Nada más lejos de la realidad. La Humanidad ha avanzado y retrocedido una y otra vez, ha disfrutado de épocas oscuras y luminosas que en demasiadas ocasiones han convivido enfrentadas. Un libro de historia es como un claroscuro de Caravaggio; alterna rostros luminosos con otros ocultos en el más absoluto tenebrismo. Y como tal debe estudiarse y enseñarse, contextualizada en cada momento concreto. Desechar todo lo que no responde a nuestros valores y estándares actuales es una aberración intelectual. Somos lo que somos y pensamos lo que pensamos gracias a milenios de desarrollo intelectual, social y económico. Si la Ley del Talión nos parece bárbara, debemos comprender el enorme avance que supuso en su momento introducir el concepto de la proporcionalidad en el castigo. Es posible que justo ahí la venganza dejara paso a la justicia.

El Imperio Español, como todos los que en el mundo han sido, tiene luces y sombras. Pero no es justo, como país, ni como sociedad, obviar el ingente esfuerzo de quienes lo erigieron. Y si delirante es escuchar a los nuevos indigenistas -muchos de ellos descendientes de criollos más que de indios- exigirnos un perdón que no debemos a nadie, más aún es pretender que los desequilibrios sociales o económicos de los países sudamericanos son causa de haber sido parte de aquel Imperio. Se ve que en dos siglos de independencia no les ha dado tiempo a reformar nada.

El 12 de Octubre, los españoles tenemos mucho que celebrar: el orgullo de pertenecer a un país que conquistó el orbe, que ocupa un lugar preminente en la historia, que expandió nuestra lengua y cultura por los cinco continentes y que sigue siendo un referente universal aunque no cejemos en querer destruirlo.

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