Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Cese en la Guardia Civil

La imagen de dos ministras que enfermaron del Covid-19 en la manifestación del 8-M vale más que mil palabras

Nuestro diputado en el Congreso por la provincia de Cádiz, el juez Marlaska, hoy ministro del Interior del Gobierno de Pedro Sanchez, con una brillante trayectoria en su carrera, en la que instruyó causas contra los terroristas de ETA y metió en prisión a Otegi, ha destituido al coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos por haber perdido su confianza en él. Éste es un argumento nuevo, porque antes los ceses no tenían ninguna motivación. Se decía: "Vengo a cesar" o "ceso". Sin embargo, añadían lo que ahora no figura: el agradecimiento a los servicios prestados. Si yo tuviera que contar, aunque fuese muy resumido, lo que ha ocurrido, necesitaría de toda esta página y les supongo a mis lectores bien informados. Basta con decir que fue un abogado de Madrid el que inició las actuaciones, con una querella contra el delegado del Gobierno por no haber denegado la manifestación feminista del 8 de marzo (por cierto, la cadena Ser lo descalifica porque dice que había sido condenado por estafar a clientes). En defensa del destituido se aduce que, estando declarada secreta la causa, no podía desvelar ni siquiera a su superior ningún extremo, so pena de incurrir él mismo en delito. La foto de la manifestación feminista del 8 de marzo en la que destacan en primera fila la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tocada con una gorra, y la ministra de Igualdad, ambas contagiadas del Covid-19, confirman que una imagen vale más que 1.000 palabras y es demostrativa de la relación entre la manifestación y la infección.

Ya se nos anuncia que iremos a una sexta prorroga del estado de alarma. Antes de este anuncio, Edmundo Bal, en nombre de Cs, se ha ofrecido a negociar esa prórroga, aunque, según noticias de última hora, el Gobierno tiene previsto, si no alcanza los apoyos necesarios, dictar decretos leyes y, en su desarrollo, órdenes ministeriales, dejando a las CCAA las desescaladas a su gusto y criterio. Así que podemos tener alarma hasta el 5 de julio. Y si esto fuera el final….

Se ha decretado al cabo de dos meses la obligatoriedad de uso de las mascarillas y como la gente es disciplinada va por la calle con ella y en ocasiones con gafas de sol y sombrero. Sólo a los muy conocidos se les puede identificar, si te saludan. A los que preguntan por qué este uso de las mascarillas no se impuso desde el primer momento, o sea, desde el 14 de marzo, evitando contagios, le contestan que porque no las había.

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