LA delegación municipal de Tráfico ha notificado en los primeros cinco meses del año un promedio de cien multas a través del Boletín Oficial de la Provincia. La pública en el BOP de las sanciones es un recurso de carácter excepcional a la que pueden recurrir las administraciones cuando fehacientemente no consigan notificar los avisos a los interesados mediante los métodos usuales. ¿Cumple el Ayuntamiento con la obligación de dar con el paradero de los infractores? En apariencia no. Según el grupo municipal de Izquierda Unida, la Agencia Municipal Tributaria, cuando recibe una notificación devuelta, en vez de indagar el domicilio cruzando los datos con los del censo municipal, se limita a enviar la lista al BOP. Es imposible que el Ayuntamiento desconozca el domicilio de nada menos que 12.000 titulares de vehículos denunciados de enero a mayo. Algo falla, por supuesto. La publicación en el BOP no supone, además, una garantía de cobro sino una forma de escurrir el bulto. Así, a final de año, cuando se hace balance, las multas fallidas alcanzan cotas fantásticas.

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