Ciencia y Ética

O se genera un debate serio y eficaz para generar las limitaciones que correspondan, o cualquier cosa será posible

Acabamos de conocer la impactante noticia según la cual el equipo del científico español Juan Carlos Izpisua confirma que habría creado 132 embriones con una mezcla de células de mono y humano en un laboratorio de China.

Estos experimentos fueron ya conocidos en el verano de 2019 pero han sido comunicados y confirmados con detalle oficialmente este jueves pasado. Parece ser que tres de estos embriones llegaron a crecer durante 19 días fuera del útero, momento en el que los investigadores interrumpieron el estudio, financiado parcialmente por la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Desde el punto de vista científico, se denominan a estas estructuras con el nombre de quimeras, en referencia a los monstruos con cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón de la mitología griega.

Estos experimentos abren un espacio inédito a la ciencia que no está exento de riesgos, de incertidumbres e interrogantes, que deberían generar un debate intenso y extenso en la comunidad científica y en el conjunto de la sociedad. Y es que llama la atención que el polémico experimento se haya realizado en China donde los criterios y los requisitos éticos son diferentes al mundo occidental.

Los impulsores de la investigación señalan que el verdadero objetivo es la creación de quimeras de cerdo y persona, con la meta final de generar órganos humanos que puedan ser utilizados en trasplantes y paliar las necesidades que existen a nivel mundial.

No tengo certeza de cuál es la posición correcta ante iniciativas como esta que nos generan la posibilidad de asomarnos a un abismo en relación al misterio de la vida. Puede pensarse que en la historia de la humanidad se ha demostrado en ocasiones que poner límites morales, religiosos y éticos, ha sido un freno a avances científicos y de conocimiento que el tiempo ha demostrado que han sido avances muy positivos para la sociedad.

También puede pensarse que estos experimentos podrían dar lugar a nuevas formas de vida que serían difíciles de aceptar bajo determinados parámetros éticos. No es fácil resolver la ecuación. Pero, a pesar de todo ello, o se genera un debate serio, riguroso y eficaz para generar las limitaciones que correspondan, o cualquier cosa será posible. Y en un mundo global como el que vivimos, si cualquier cosa es posible, entonces ocurrirá. Sea algo bueno o no.

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