Crónica personal

Pilar Cernuda

Comisiones parlamentarias

LO decía un político europeo de mucho renombre: si quieres impedir que se llegue al final de un asunto, pide la creación de una comisión de investigación parlamentaria. Tenía más razón que un santo. En España hemos tenido comisiones parlamentarias de todos los estilos y colores, desde la Flick y Flock hasta Ibercorp, Gescartera, o el tamayazo, y lo único que queda de ellas fue la famosa frase de Hernández Moltó pidiendo a Mariano Rubio que le mirara con franqueza a los ojos. Ninguna de ellas llegó a conclusiones convicentes, a ninguna de ellas comparecieron todos los que debían haber comparecido, ninguna de ellas fue más allá de lo que fueron los jueces o los medios de comunicación que, en la mayoría de los casos, destaparon los escándalos. Esa película la hemos visto muchas veces, la sabemos de memoria y siempre tiene el mismo inicio y el mismo final: se bloquea la presencia de las personas que podrían aportar datos relevantes -ese es el principio- y las conclusiones se pactan de tal manera que nunca se llega al fondo del asunto. Jamás.

Esperanza Aguirre ha decidido aceptar la comisión de investigación sobre los supuestos casos de supuesto espionaje en el gobierno regional madrileño. La han presentado como un pacto con Rajoy para que Cospedal detuviera su propia investigación, pero en las dos partes niegan que hubiera ese tipo de acuerdo. El PSOE ya ha pedido la comparecencia de Rajoy y Cospedal, aunque el PP madrileño advierte que solo aceptará que se cite a personas directamente implicadas en lo que los socialistas y un sector del PP consideran un turbio asunto. La dirección nacional del PP sin embargo ha advertido que Rajoy y Cospedal están dispuestos a ir si se les llama, pero para eso tendrá que aceptar Aguirre que efectivamente sean llamados.

Por otra parte en el Congreso la comisión de Economía ha decidido llamar a representantes de las entidades económicas y sociales para que analicen el plan del Gobierno para inyectar liquidez a la economía. Y ya han anunciado los socialistas que no piensan convocar a los grandes banqueros, sino al gobernador del Banco de España, al presidente del ICO, al presidente de la Asociación de la Banca y al presidente de la CECA. De acuerdo. Pero entonces ¿para qué se crea una comisión sobre el plan para inyectar liquidez, si no acuden los inyectados? ¿Cómo se explica que el presidente de Gobierno haya puesto tanto el acento en el papel de los banqueros para salir de la crisis, y sin embargo el grupo parlamentario socialista no los quiera ver en el Parlamento?

Conclusión: estamos en lo de siempre, en enredar. Las ganas de investigar, escuchar, indagar, profundizar y aprender se la toman los políticos a título de inventario.

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