Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Consecuencias de las reformas

Aquí no hay ricos, porque los pocos que había hace tiempo que se fueron con el traslado de su domicilio fiscal

Con un título similar se publicaba en los periódicos que edita el Grupo Joly un editorial en el que se comentaba que la reforma del Impuesto de Sucesiones ha supuesto una merma de 91,1 millón de euros, respecto de la previsión que había hecho la consejera de Hacienda del Gobierno andaluz, María Jesús Montero, hoy ministra (en funciones) del mismo ramo en el Gobierno de la nación. El editorial pedía reflexión sobre el hecho de que las rebajas de ingresos tienen que tener sus reflejos en los gastos para cumplir las exigencias de equilibrio presupuestario, con lo que no se puede estar más de acuerdo. En el nuevo Presupuesto se ha aumentado la previsión de gasto por lo que se pide al Gobierno la reforma de la Administración andaluza y especialmente de las agencias públicas, en las que se aprecian por los economistas la sobredimensión administrativa de Andalucía, sin que esta reducción suponga un retroceso en la calidad de los servicios públicos.

El tema del Impuesto de Sucesiones y Donaciones es muy sensible para los andaluces, del que yo he escrito en muchas ocasiones. Y lo es porque no se comprendía que, siendo los españoles iguales ante la ley, dependía de que se residiera en una u otra comunidad autónoma el que se pagara o no el impuesto de que se trata. Se llegó a la injusticia de sólo se exigía en cuatro comunidades autónomas y no en las trece restantes, si acaso un pago simbólico, en estas. Desgraciadamente, Andalucía era una de las que tenía el triste privilegio de pagar y, además, según el Consejo de Economistas, el más gravoso de las que lo mantenían. Así, en el año 2014 se produjeron 5.400 renuncias a las herencias, récord en toda España.

La que hoy es ministra de Hacienda, la sra. Montero nos quiso convencer de que los andaluces se quejaban sin razón y para demostrarlo encargo un simulador electrónico y una campaña de radio que, como a nadie convencía por lo obstinado que son los números, duró pocos días. A este empeño se sumó la ex presidenta Susana, calificando de "posverdad (la mentira repetida que aspira en convertirse en verdad)" la cuestión de la injusticia y de "circo", la recogida de firmas. Frente al alegato de que "es que los ricos no quieren pagar nada", en Andalucía puede decirse que aquí no hay ricos, porque los pocos que había hace tiempo que se fueron con el traslado de su domicilio fiscal.

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