Corrupción Instalada

El derroche no estaba tan mal visto. Era un tiempo de cigarras y ustedes lo ven hoy como hormigas

Hubo un tiempo en el que España iba bien y nadie hablaba de crisis. Casi todo el mundo cobraba más que en años anteriores, se vendían y compraban pisos con facilidad, los bancos concedían préstamos a la caza del cliente, viajaban cientos de turistas españoles a cualquier país extranjero, aumentaban las ventas de coches, subían las pensiones sin discutir un decimal, el paro bajó a niveles que hoy parecerían utópicos... Cuando España iba mejor, existía más corrupción; pero parece que nadie se daba cuenta. Ni en España, ni en Andalucía, ni en la Humanidad. Entonces no teníamos los ojos de hoy, ni habían aparecido los indignados por la ruina, ni aún gobernaba Rajoy para evitar el rescate y reformar los despidos.

En las declaraciones del juicio de los ERE de esta semana, Manuel Gómez Martínez, interventor general de la Junta de Andalucía entre 2000 y 2010, dijo que "con los ojos de hoy" no cree que fuera aplicable la legislación de subvenciones "directamente y sin anestesia", como pensaba en 2005. En una de las declaraciones del Caso Gürtel, Francisco Correa insinuó que estaban valorando hechos de otros tiempos con la mentalidad de hoy. Según un informe de los Mossos, que ha sido rescatado, en 2011 se aceleró el proceso independentista para tapar la corrupción del caso del 3% de las comisiones. De modo que ese proceso sería el fruto de una gran patraña, con la que Artur Mas (y después Puigdemont) habrían buscado la impunidad. Sin embargo, Junqueras, los Jordis y demás (que han ido a la cárcel por el desarrollo del proceso) se consideran presos políticos.

Los ojos de hoy no son como los de antes. Esa afirmación es muy interesante. Porque da a entender, con razón, que España ha cambiado en los últimos 20 años. Pasó de vivir la mejor etapa de su historia económica contemporánea a una crisis de graves consecuencias sociales, que dejó a las clases medias al borde de la extinción. Ahora ha salido renqueante, con el bipartidismo del PP y el PSOE muy tocado.

Decir que los ojos de hoy no son como los de antes tiene guasa. Se intenta aplicar como eximente. El derroche no estaba tan mal visto. Era un tiempo de cigarras y ustedes lo ven hoy como hormigas. Todo el mundo era cigarra y vivía alegre con el euro recién estrenado. Personas en teoría serias cayeron en aquella trampa, que sus colegas montaron. Eso que llamamos corrupción se instaló en el sistema, como una parte más del costumbrismo feliz de entonces.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios