Cambia, todo cambia

Corrupción en el palacio

Se debe clarificar el origen lícito o ilícito del dinero de la compra de Casa Agreda, que ahora mismo se puede considerar opaco

Quiero celebrar la excelente noticia de que nuestra ciudad recupera la Casa Agreda ya que un juzgado ha confirmado el incumplimiento de contrato por parte de la ONG marroquí AIDE, que compró este edificio gracias a las "facilidades" mostradas por el PP de Torres Hurtado y Sebastián Pérez. Las constantes y muy bien fundamentadas reivindicaciones vecinales y del empresario Ramón Arenas iniciaron y mantuvieron vivo este proceso de recuperación del patrimonio público. Así mismo, la insistencia y el profundo conocimiento técnico de la arquitecta y portavoz de Vamos Granada Marta Gutiérrez hicieron posible que el Consistorio llevara al juzgado este asunto. Esto demuestra el papel clave que este grupo político ha jugado y deberá jugar en el futuro para afrontar con rigor y contundencia los casos de corrupción del PP (o de cualquier otro partido) que han arruinado y ensuciado nuestro Ayuntamiento.

La cuestión es que la venta se hizo a muy bajo precio porque supuestamente incluía un compromiso de rehabilitación de este palacio del siglo SXVI. Con la intención de enmascarar la ganga, esta rehabilitación había sido sobrevalorada hasta los 5 millones de euros por parte de un responsable del urbanismo municipal que no contaba ni siquiera con un anteproyecto para avalar el cálculo. Así que no sólo era una venta muy barata sino que también incluía una contraprestación a Granada que se había valorado, sin fundamentación alguna, muy por encima de su coste real, beneficiando al comprador y perjudicando a la ciudad. Las denuncias de Ramón Arenas y Marta Gutiérrez pusieron bajo la lupa pública y judicial a AIDE, y en esas circunstancias le habría resultado complicado eludir la inversión comprometida, según era su intención por lo que se desprende de sus argumentos en el juzgado. Quizás fue esa la razón que les llevó a incumplir el contrato, facilitando la vuelta del palacio a manos granadinas.

Finalmente existen varios flecos por cerrar. El primero es la indemnización que debería pagar AIDE por la degradación que haya podido sufrir el inmueble en los años transcurridos tras la venta. El segundo tiene que ver con que a día de hoy seguimos sin conocer quién hizo el depósito de la fianza. Sorprendentemente el juzgado que lleva la causa penal todavía no ha investigado quién está detrás de la cuenta bancaria marroquí desde la que se hace la transferencia para hacer frente a dicho depósito, y ello implica que al Ayuntamiento no le queda otra que consignarlo en el juzgado y que durante el proceso penal se clarifique el origen lícito o ilícito de este dinero palaciego que ahora mismo podemos considerar como opaco.

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