La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Cría cuervos...

El número de libros editados para la misma asignatura guarda relación con las posibilidades de manipulación

Apropósito del intento de golpe de Estado catalán (en cierto sentido más grave que el de Tejero porque aquel fue hecho desde el exterior, asaltando la sede parlamentaria, mientras que este se está perpetrando desde la propia institución) decía hace unos días que pocos errores más graves se han cometido que el de ceder las competencias educativas a las comunidades autónomas que han convertido la educación en propaganda nacionalista para el adoctrinamiento e intoxicación de varias generaciones. Y no es esta la única consecuencia negativa. La educación está necesariamente abocada al fracaso en país que se permite 17 sistemas educativos distintos.

Esta semana los editores de libros de texto han denunciado los males causados por las exigencias de los gobiernos autonómicos. Durante el curso 2015-2016 se editaron para una sola asignatura, Ciencias Sociales de 4º de Primaria, 25 ediciones diferentes por editorial; y para una asignatura "aparentemente neutra" como las Matemáticas, se editaron 19 manuales distintos para el mismo curso. A este desvarío hay que sumar el de las lenguas cooficiales. Ponen como ejemplo el caso de de José Ramón Bauzá (PP) que, siendo presidente de Baleares, anunció que "los libros de texto se editarán en nuestras modalidades lingüísticas: mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense".

El número de ediciones guarda una no casual relación con las posibilidades interpretativas/manipuladoras de las materias. Las Ciencias Sociales conocen un promedio de ediciones distintas para una misma asignatura (25,5) muy superior al de otras materias menos manipulables (entre 15 y 19). El pasado mes de mayo el sindicato catalán de profesores AMES denunció el "adoctrinamiento ideológico" en los libros que presentan España y Cataluña como naciones distintas, minimizan la información sobre la primera, inventan una inexistente "corona catalanoaragonesa", dicen que la lengua de Cataluña es el catalán y no también el castellano o reducen la Historia a un constante enfrentamiento entre una España agresora y una Cataluña agredida. A esta denuncia se sumó la asociación de editores de libros de texto. Ciudadanos preguntó entonces al Gobierno qué pensaba hacer para "garantizar el rigor académico de los libros de texto y evitar la distorsión de la Historia". ¿No recuerdan la respuesta? Lógico. No la hubo. De aquellos barros…

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