Puesto de socorro

Javier Aguilera

Cristiano, Pina y la afición

COINCIDIERON la pasada semana Cristiano Ronaldo y Quique Pina en algo: mandaron un mensaje a sus respectivas aficiones para que no pitaran a su equipo en el estadio, para que los aficionados que acudieran al Santiago Bernabéu o a Los Cármenes dejaran en casa la música de viento y empleasen sus fuerzas en animar a los jugadores que defienden sus colores. Sin ánimo de dudar de la buena intención del mensaje emitido por ambos -aunque el fondo de la oportuna aparición de Pina era apagar el fuego prendido días antes en Albacete por Fabri- se me antojan unos recados innecesarios y prescindibles.

El que se gasta 'los cuartos' en ver fútbol en directo en Madrid, Granada, Albolote o Nairobi tiene derecho, guardando un decoro mínimo, cumpliendo la ley y sin faltar a nadie más de la cuenta, a comportarse en el campo como le venga en gana. La afición del Granada, como ocurre con la del Real Madrid, el Barcelona y la mayoría de equipos del mundo, es lo suficientemente soberana como para actuar con coherencia y justicia hacia los suyos. Por eso, me parece bien el cariño profesado el domingo a Tariq, porque hay que ser agradecido con los que nos han traído hasta aquí con esfuerzo y dedicación, y entiendo el malestar que se genera en la grada cuando se pegan dos pelotazos seguidos de forma innecesaria. El socio de toda la vida, el que se ha reenganchado esta campaña al calor del ascenso o el hincha accidental de un partido tienen toda la legitimidad del mundo para opinar, y se esté o no de acuerdo, merecen el máximo de los respetos.

Además, si se diera el caso, una buena pitada a tiempo no acaba con la carrera de nadie. Muchos se acuerdan en clave negativa de la bronca que recibió el plantel rojiblanco la pasada temporada en el choque ante el filial del Real Betis, días después de ser destituido Miguel Ángel Álvarez Tomé; yo estoy convencido de que, a la larga, resultó muy positiva y supuso un claro punto de inflexión para que muchos se dieran cuenta realmente de dónde estaban, de lo que significa militar en el Granada y de que en esto del fútbol son los jugadores los que hunden o llevan a la gloria a un equipo.

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