Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Culebrón granadino

Nuestros políticos están más interesados en la precampaña de las municipales que en erradicar la escasez de infraestructuras

Ahora que se cumplen 514 años de la muerte de Isabel La Católica, que colocó a Granada en el centro del mundo conocido, hemos pasado de la relevancia a la postergación, porque está visto que Granada parece no tener remedio, pero no por desidia de los granadinos -muy concienciados y preocupados por nuestra tierra-, sino de los políticos que la postergan, por acción o por omisión, que prefieren satisfacer sus intereses personales en vez de los de quienes les votaron. El caso es que Granada sigue estando en el vagón de cola de los escasísimos trenes que hacen parada en su estación.

Y hablando de trenes, ayer, tras 3 años y 7 meses de aislamiento ferroviario, se produjo un acontecimiento planetario con cobertura en los telediarios nacionales. Circuló el primer Talgo Granada-Madrid por Moreda, tardando la friolera de 5:09 horas con un tren medio vacío, con sólo 63 viajeros desde Granada y 50 billetes de vuelta vendidos, y con una sola frecuencia al día. No me extraña que la gente prefiera el coche o el autobús, se ahorran tiempo y dinero.

Y con este percal ferroviario, no se sabe si irónicamente, el culebrón surcoreano Recuerdos de la Alhambra, rodado en Granada nos adjudica una flamante estación de tren ficticia sacada de la mismísima Corea del Sur, en la que desembarca su protagonista, un inversionista de éxito. A ver si de esta ficción se nos pegara algo…

Ciencia ficción pura y dura, porque nuestras infraestructuras no dan para que vengan muchos inversionistas ni desde el lejano Oriente, ni tampoco desde el más cercano Occidente, y si no que se lo pregunten también a los pasajeros del Granada-Barcelona de Vueling, que estuvieron 12 horas tirados en el Aeropuerto Granada-Jaén. Si no nos hubieran quitado el tren-hotel Granada-Barcelona, muchos hubieran preferido irse en él a soportar semejante abandono, el mismo que padeció su avión que estaba a la espera, pero sin tripulación. Todo muy profesional.

Pero nuestros políticos, más interesados en la precampaña de las municipales que en erradicar esta escasez de infraestructuras, no paran de adjudicarle títulos a Granada, y por eso Paco Cuenca se ha apresurado a presentar el logo de la Ciudad Europea del Deporte, que se añade a la ciudad de la cultura, música, literatura, ciencia, astrofísica, tecnología, salud… Que no falte de 'ná'.

En fin, consuélense el viernes viendo el encendido del alumbrado menos navideño de los últimos tiempos y de más dudoso gusto, porque el culebrón granadino continuará…

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