La Cultura y Don Trancedo

La Alhambra y el Albaicín son los monumentos más visitados de España, pero a divertirse y gastar se van a Málaga

Lo digo así, sin ambajes, rodeos ni anestesia alguna, ni siquiera esa que creo que llaman epidural. Vamos a ello. Si este asunto, en vez de producirse en Granada, lo fuese, por ejemplo, en Málaga, el problema, estoy seguro de ello, no existiría. Es más, ya habrían sabido transformarlo en un nuevo motivo para ampliar la ya muy importante oferta turístico cultural que, con pasmosa ilusión, capacidad, habilidad, inteligencia, creatividad, solvencia -y hasta audacia, si se quiere- han sabido generar de unos años a esta parte, llegando a mojar la oreja en productividad económica y social a la mismísima Granada, con toda nuestra Alhambra y nuestro Albaicín que -casi sin mover un dedo para aplicar un programa de márketing- se venden solos internacionalmente. Sí, son éstos los monumentos más visitados de España pero, a dormir, a comer, a divertirse y a gastar, después de la visita, se van a Málaga, así, como suena. Y dejan en esta tierra del chavico pocos duros, ni de plata ni de níquel. Nos seguimos conformando con pesetillas. ¡Poca ambición!

Es evidente que la política cultural de la ciudad que pretende -sólo pretende- ser la capital cultural -nada menos- que de Europa, hace tiempo que entró en caída libre. La rueda de la inercia es lo único que gira. Las ideas emigraron ¿A Málaga, quizás? Por ahora parece que hay que conformarse con seguir disfrutando del prestigio cultural que Granada supo labrarse durante siglos y que luego anda paralizado, estando muy faltos de eso: ideas, capacidad y necesaria audacia. De seguir así, esto puede entrar en parada, en cualquier momento.

Tengo que confesar que casi me llevan los diablos -y no se sabe a dónde- cuando parece que, de nuevo, existe una oferta de alguien, de fuera de Granada -¿podría ser de Málaga?- para recibir y albergar museísticamente la impresionante colección de obras de arte -más de setecientas cincuenta piezas de diversa índole- con la más completa y exuberante representación pictórica de la escuela granadina de los siglos XIX y XX, denominada, de forma genérica, con el nombre de Casa Ajsaris y que forma parte del patrimonio de la Asociación Granada Artística, de la que son alma e inspiración los granadinos condecorables Juan Manuel Segura y Francisco Jiménez. Excepcionales coleccionistas y conservadores.

Esta colección ha sido ofrecida a Granada, a la concejalía de Cultura que dirige el partido de Ciudadanos en su Ayuntamiento que, lejos de dar toda clase de facilidades para engrosar la dimensión turístico cultural de la ciudad, prefiere, por ahora y tristemente, permanecer como Don Tancredo en plaza de toros, dejando la faena para que la hagan otros. ¿Alguien ha dicho que podrían ser de Málaga? ¿O no?

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