mirada alrededor

Juan José Ruiz / Molinero

Dámaso y la música

LA muerte de Dámaso García Alonso, presidente de Juventudes Musicales de Granada, entidad que fundó en 1961, junto al pintor Antonio de Haro -su primer presidente- y otros jóvenes artistas de aquellos tiempos, cierra una etapa importante en la vida musical granadina que enriqueció la entidad con su ciclo de conciertos, con un coro que dirigió Julio Marabotto, aportando a las entonces únicas entidades como Centro Artístico y Cátedra Manuel de Falla, o coros prestigiosos como el del Salvador, de Estanislao Peinado, un nuevo caudal de ilusiones en la ciudad que no podía ser sólo la del Festival Internacional de Música y Danza. Aparecería después el Centro Manuel de Falla, cuya etapa de mayor brillo coincidió con la dirección de Antonio Navarro, y con la Orquesta Ciudad de Granada. La actividad de Juventudes Musicales ha continuado en sus recitales en la Caja Rural y el auditorio Falla y proseguirá, sin duda, siguiendo la huella de Dámaso y de sus colaboradores, entre ellos su mujer, Mercedes, recientemente fallecida, así como la de sus socios, que muchos de ellos han celebrado sus bodas de oro en JJMM. Dámaso recibió la Medalla de Plata al Mérito de la Ciudad en 2011.

Quien escribe esta columna recuerda, sobre todo, al amigo, al compañero que aunque me superaba en edad, compartíamos la misma juvenil ilusión cuando, alumnos del Conservatorio Victoria Eugenia -del que él sería más tarde profesor-, seguíamos los estudios musicales guiados por el talento y la experiencia de figuras como Francisco García Carrillo, Valentín Ruiz Aznar o Adolfo Montero. Y recuerda aquellas veladas en el salón de la Escuela Normal donde él interpretaba algún preludio de Liszt, y yo, estudios de Chopin. Profesor, crítico musical, recogió en su libro 50 años de música clásica en Granada. 1941-1990, la historia viva de una época que es útil no olvidar porque en ella surgirían valores destacados como Luis Villarejo, Maribel Calvín, Purita Martínez, García Nieto, Jorge Ariza, Miguel Quirós, Elena Peinado, Carmelo Martínez, Luis Megías, Navarro Espigares, Gómez Martínez, Juan Alfonso García… hasta llegar a un inicial José García Román que con Infeliz Dido, revelaba el talento que le llevaría a ser lo que es en la actualidad: uno de los grandes compositores españoles, reconocido no sólo en España -Premio Nacional de Música-, sino a escala internacional, como demuestran sus condecoraciones y reconocimientos más altos en Francia y otros países.

Creo que, hoy, esta columna tiene que ser fiel a la mirada del corazón y la razón, olvidando por unos instantes las preocupaciones sociales y políticas que acaparan la atención de los comentaristas. Pero que no han sido temas exclusivos abordados por este periodista, porque la actualidad tiene múltiples caras, entre ellas las más íntimas y emotivas, con rostros y obras que han dibujado y dibujarán el perfil de Granada.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios