Ya lo decía la canción "debajo del olivo que el sol calienta" y en días como ayer el ejemplo ha cundido entre los grupos de turistas que se encontraban en la ciudad. Con temperaturas que rondan los 38 grados hacer una ruta turística por Granada es algo complicado, por eso, cualquier portal, bordillo, banco e, incluso, árbol es bueno para hacer una parada, escuchar a los guías y de paso refrescarse. Como se suele decir en estas fechas nada mejor que hidratarse a menudo y llevar ropa ligera para no sufrir en demasía las altas temperaturas.

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