Aunque suele ser una característica del tiempo que vivimos, la pandemia ha puesto más en evidencia que nunca el hecho de que problemas o asuntos que suceden en lugares ajenos a España, generan debates en nuestra sociedad que muchas veces no son necesarios para nuestra realidad.

Es el caso de la necesidad o no de obligar a vacunar a las personas que rehusen vacunarse. Es un debate muy recurrente y casi siempre aparece porque en EEUU tienen problemas para asegurar que un porcentaje alto de personas acudan a los puestos de vacunación a aplicarse las dosis necesarias. Incluso, con la implicación del presidente Biden que hace continuas aparicioneso públicas sobre este asunto; además ahora plantea obligar a vacunarse a todos los funcionarios y a los militares.

Sin duda es muy interesante estar atentos y analizar los debates sobre los temas de actualidad y, en especial, los que afectan directamente a la vida de la gente. En muchas ocasiones hay debates en otros países que anticipan situaciones que van a vivir el resto de países. En otras, por ejemplo este asunto relativo a la obligatoriedad de vacunar, puede tratarse de una cuestión sobre la que se generan debates que abordan un problema que no tengamos ni (quizás) vayamos a tener.

Lo que pasa es que es prácticamente imposible evitar que los debates y los asuntos se cuelen en el conjunto de temas de actualidad informativa y lleguen al conjunto de la sociedad en forma de grandes titulares de medios de comunicación o formando parte de los asuntos a debatir en las tertulias que habitualmente nos ofrecen dichos medios.

Y es por este tipo de cosas por lo que creo que conviene extremar las acciones que aseguren la capacidad de incorporar conocimiento experto en el análisis de estos temas con la idea de evitar preocupaciones que puedan ser innecesarias en nuestro medio pero, por otro lado, para que los debates y análisis sean una oportunidad para la pedagogía y permitan cultivar el nivel y la calidad del conocimiento en la sociedad.

El mundo nos ofrece una realidad compleja y estimulante al tiempo que un buen conjunto de incertidumbres que generan interés y preocupación social. Estamos rodeados de debates importados (también somos capaces de exportar debates) y deberíamos ser capaces de saber ubicarlos en su lugar correcto pero, siempre, trabajar para que nuestra sociedad tenga mejores armas basadas en un adecuado conocimiento de los temas. Será una buena base para avanzar en la línea adecuada.