"Me encontraréis a bordo ligero de equipaje", decía la famosa frase de los versos finales de Antonio Machado, cuya doctrina vital se servía de la metáfora del equipaje para hablar de la importancia de la sencillez y de dejar las pesadas cargas atrás. Uno de los problemas de este mundo es que, quizá, cuando más deberíamos abogar por ir ligeros de equipaje y vivir con lo justo, la realidad es que llevamos demasiada carga en lo alto. En la espalda, en los hombros o cuando portamos el móvil a todas horas, en todo momento. Estaría bien rebajar un poco la pesada carga.