Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

Derecha empoderada

Vox dio voz a todos los se habían camuflado entre el PP y los movimientos nostálgicos

Hubo un tiempo en que la gente 'de toda la vida', esa que dice que le gustan las cosas "como Dios manda" y frases por el estilo, estuvo acomplejadilla y en silencio. No habían cambiado de forma de pensar y de ver el mundo, pero sí que se retiraron a sus cuarteles de invierno mientras que hacían como que todas estas libertades de costumbres no iban con ellos.

Muchos opinan que fue la aparición de la izquierda populista y avinagrada que sufrimos, con su todo didáctico y sus modelos bolivarianos, la que provocó este sacar pecho y cierren filas que se produjo cuando apareció Vox en plan dar el susto cuando los más ingenuos ya daban por enterrada aquella forma de pensar no sólo conservadora (que la hay, incluso en la izquierda, ojo) sino hasta agresiva. El nombre del partido era toda una declaración de intenciones y, efectivamente, le dieron voz a los que durante la transición se habían ido camuflando donde podían, es decir y de mala gana, entre los del PP que aceptaban algunos cambios en las costumbres y, casi sin quererlo, entre los movimientos fuera de todo tipo y nostálgicos del antiguo régimen.Ahora campan por sus respetos rescatando glorias del pasado y enarbolando la bandera de la rancia España que, por silenciosa, se creía desaparecida. Los taurinos, los cazadores, los amantes de la parafernalia de los incensarios, los nobles no evolucionados, los terratenientes ahítos de olivos y cotos de caza y mansiones que a veces se les caen de puro viejas, los trabajadores que todavía piensan que los señoritos están donde están por alguna razón que se les escapa...

Son miles y se les quitó el complejo. No piensan como marcan los tiempos en este acelerado cambio de todo y de todos que a ellos les marea y les da vértigo sin herramientas psicológicas para integrar tantas novedades.

Especialmente se ha notado esta reacción en lo femenino, y a la marquesa de la nueva casta la acosan desde la misma honestidad descarnada que ella enarbola, es decir, a zurriagazos y andanadas verbales. Unos y otros extremos aún carecen del pesado lastre del pasado que ahoga a los más centrados. Pero todos perdemos en este fuego cruzado. Están capitalizando el discurso social y dinamitando el diálogo. Y nosotros enmedio viendo cómo suben el tono cada vez más enfrentado y nos dejan a todos con la casa sin barrer mientras el vocerío no cesa de ensordecer este patio de vecinos, mientras que los moderados se inhiben y buscan pactos con los que alientan lo más primario de todos y cada uno.

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