Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Desjuntados

Si alguien tiene en el sur de España legitimidad para hablar de nación, esa no es Andalucía, esa es Granada

Ya que la Desjunta de Andalucía ha demostrado en momentos clave su simpatía por los que propugnan la nación o los "países" andaluces, que buscan una quimérica república federal, es de justicia material que vayan también introduciendo en su imaginario político a la región de Granada como entidad diferenciada, que, al contrario que aquélla, no es un ente inventado sino que goza del peso de 8 siglos de historia, con identidad política, administrativa, judicial, eclesiástica y militar diferenciada. Si alguien tiene en el sur de España legitimidad para hablar de nación, esa no es precisamente Andalucía, esa es Granada.

Pero la quimera de la nación andaluza va más allá todavía, porque reclaman 4 idiomas oficiales para su inventado territorio: andaluz, portugués, murciano y valenciano, correspondientes a Granada, Bajo y Alto Guadalquivir, sur de Portugal, Murcia y sur de Valencia, que también son víctimas de su fantasiosa república federal. Por inventar que no quede… No sé cómo no nos hemos dado cuenta todavía de que el murciano y el andaluz son dos idiomas distintos del español, y de que el andaluz tiene 25 vocales y 8 consonantes más que el idioma de Cervantes. La Desjunta ya está tardando en proclamar al andaluz lengua vehicular de los países andaluces, eso sí, con capital en Sevilla, vaya que Granada quiera liderar este quimérico proyecto y le arrebate el protagonismo de todo el sur de la Península Ibérica.

Y es esta Desjunta de Andalucía -que ha pasado del logo del parapente al de la marca del señorito para el ganado-, por más que intente cohesionar un territorio tan dispar como el que ahora gobierna, la experiencia práctica de 40 años ha demostrado su incapacidad para lograrlo, porque no ha procurado esa cohesión territorial al dirigir todos sus esfuerzos -y dinero- en una única y sevillana dirección, postergando al resto de territorios, y porque no se puede cohesionar lo desigual, ni con falsas naciones, ni con falsos padres de falsas patrias.

Por eso no les ha funcionado el experimento autonómico y no les funcionará nunca aunque el sanchismo se afane en convertir a Andalucía en un Estado dentro de un Estado federal, por más que nos adoctrinen con el mantra de la nacionalidad histórica, o por más que los de la estrella roja sobre bandera bética -que son los 8 que vocean en la Toma- quieran que murcianos, portugueses, valencianos y granadinos participemos de su república federal.

Pues ni república, ni federal, desjuntados de esta Desjunta que se ha ganado a pulso el Granadexit.

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