Crónica Personal

Desmoronamiento

Este país necesita con urgencia que alguien se aplique en buscar remedios con los que superar estas semanas aciagas

De repente, todo se desmorona en este país que necesita con urgencia que alguien se aplique a la tarea de buscar remedios con los que superar estas semanas aciagas. Tampoco la cosa está muy bien fuera, con la guerra, problemas internos en Reino Unido e Italia, el sabotaje al gaseoducto ruso y sus consecuencias… pero en España el espectáculo político empieza a ser dantesco. Lo último, Cataluña. Lo penúltimo, el asalto de La Moncloa a RTVE, y antes, las polémicas sobre las rebajas fiscales, y los tira y aflojas entre el Gobierno y el PP sobre quién ha tomado las medidas más acertadas para paliar la enorme crisis económica que asusta a todos los ciudadanos.

Tanto enredo conduce al despropósito, hasta el punto de que desde el Gobierno ya entran en la descalificación del comisario de Justicia de la Unión Europea como mediador entre Gobierno, PP y asociaciones judiciales para que lleguen a algún tipo de acuerdo que permita desbloquear la renovación del CGPJ. Y todo porque el comisario ha mantenido alguna conversación con Esteban González Pons, que además mantiene una buena relación con él. De locos. ¿Es que Reynders no se ha reunido con la ministra de Justicia, y con Bolaños, y con otros ministros, y con las asociaciones judiciales? Algunas reacciones del Gobierno recuerdan a las discusiones de patio de colegio. Sólo aprueban aquello que parte de La Moncloa y de los ministerios, todo lo demás les parece incorrecto o, abiertamente, condenable.

Hay quien se queja de que Feijóo no le pone suficiente ardor a su trabajo como líder de la oposición. Puede que le falte entusiasmo, pero mientras algunos se mueven en estas aguas revueltas, él ha conseguido "colocar" su proyecto a los más importantes empresarios del país y, sorpresa, no solo se ha entrevistado con Santiago Abascal, sino también con Yolanda Díaz. No han acordado nada especial, pero el presidente del PP al menos ha echado abajo la posibilidad de que los socialistas vayan a por él denunciando posibles complots con la ultraderecha.

En este escenario en el que no faltan problemas, los independentistas de Junts, los que reciben las instrucciones desde Waterloo, han roto relaciones con ERC. Bonita manera de celebrar el V aniversario del 1-O. Laura Borràs, delegada de Puigdemont en Cataluña, quiere morir matando. Intenta que se olvide su condena por corrupción creando problemas a diario, y los crea. Aragonés ha echado a su vicepresidente, de Junts, lo que puede provocar la ruptura de la coalición de Gobierno. Con repercusiones no sólo en Cataluña, porque abre una brecha en los socios parlamentarios del gobierno de Sánchez de imprevisibles consecuencias.

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