Nada como una moda para que la clase política salte cual gacela detrás de ella para sacar rédito. No hay duda de que la despoblación y el concepto de lo que sea 'vaciado' es el nuevo trending topic político. No hay día en el que la Diputación o la Junta no quieran inventar la pólvora para 'salvarnos' de un fenómeno que, por lo que se ve, a ellos les pilla de nuevas pero que en realidad es una consecuencia de varios siglos. Está claro que las consecuencias de perder los pueblos son nefastas y que las instituciones tienen la obligación de buscar el equilibrio territorial y plantear estrategias con las que combatir la despoblación. Pero, seamos serios, de verdad montar un bar en un sitio en el que ya casi no queda nadie no va a evitar que la gente se marche a otros sitios en busca de trabajo. Porque esto, como todo, va de economía y de empleo que es lo que afecta en la vida de las personas, por más que los discursos políticos siempre busquen subterfugios y en más de una ocasión redunden sobre el vacío más absoluto. No hay más que ver el campo, una materia prima maltratada y siempre utilizada como moneda de cambio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios