En el Día Mundial del Abrazo

Bullyng. Nadie evita sus consecuencias, el gravísimo impacto psicológico del acoso en resto de la vida del afectado

Putearlos. Romper vida cuando apenas hay. Dolor oculto. Una investigación realizada en 2014 descubrió que los efectos psicológicos que sufren permanecen cuarenta años después. Miro a mis hijos. Me interrogo: cómo es su vida, qué harán en el colegio, cuáles sus miedos, si estarán entre los que sufren o entre los que, por miedo, miran para otro lado....

Bullying. Suena lejano, como si no fuera con nosotros. La hipocresía con que nos conducimos en esta sociedad. Pero nadie evita sus consecuencias, el gravísimo impacto psicológico del acoso en el resto de vida de la persona afectada, su profundo deterioro mental y físico, su falta de sociabilidad permanente. Por ello me pregunto si nuestros hijos están entre los que callan, entre los que tienen miedo a que se fijen en ellos, entre los que les aterroriza ser la próxima víctima… me pregunto por los de la ley del silencio: cómo hacerles ver que es precisamente ese silencio quien les hace impotentes y vulnerables. Solos, angustiosamente solos. "Cuanto más tiempo pasa, peor me siento…es como un gusano que me come mi interior por no haberte defendido…". Hace más de diez años, apareció en un chat tres días después de la muerte de Jokin, un chico de catorce años que se suicidó a causa de las burlas y palizas de algunos compañeros. Y el silencio de muchos…

Ese vacío encuentro cuando miro fijamente a mis hijos y les digo que no lo permitan, que no se callen, que sean valientes, que lo denuncien, que más insoportable será vivir bajo la angustia de haberlo podido evitar. Ese vacío encuentro cuando quiero que luchen contra lo injusto, que podían ser ellos a quienes un día corresponda padecerlo. Que gustaría entonces contar con amigos solidarios que ayuden a salir del sufrimiento, a no estar solos, a hacer piña, a contarlo al director, al jefe de estudios, a sus padres, a sus profesores… que ese es el sitio que deben ocupar…

Vendrán más víctimas de acoso escolar. Serán más quienes no tengan el valor de confesarlo. Quién sabe si cuando queramos ayudar, será ya tarde. "Mi dolor sigue oculto. El tuyo ya no, y servirá para hacer cambiar las cosas. Un beso". Apareció junto a una muralla de Hondarrubia. Donde Jokin encontró el descanso que una retorcida vida le negó en catorce años de existencia.

Soy padre. Trato de serlo. El fracaso no será de mi hijo, sino de sus padres que no logramos asimilaran valores como solidaridad y compañerismo. En 1986, inventaron que hoy es el día mundial del abrazo. Merece la pena enseñarles a abrazar. Siquiera por quienes se marcharon sin saber lo que era…

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