Aver, que nos expliquen esto: los socialistas de Cataluña han mutilado la lista del PSOE a las europeas -es legal hacerlo, algo que no se comprende- para que no se produzca rechazo a una papeleta en la que figura de número 3 la ex ministra Magdalena Álvarez, que no se ha caracterizado precisamente por una buena gestión de las infraestructuras en esa comunidad. Montilla, para no tachar solo el nombre de Álvarez, se ha cargado de paso los de Ramón Jáuregui y Carmen Romero, una decisión que dice muy poco del presidente de la Generalitat y del PSC. Allá ellos con sus discriminaciones y la instrumentalización de las listas; es lo que faltaba a los catalanes, que ni siquiera tengan la seguridad de saber a quién están votando.

En Galicia, los socialistas que pusieron patas arriba el bilingüismo de la etapa anterior y que, empujados por el BNG, pusieron en marcha una ley discriminatoria para el castellano, han vuelto a los tiempos gloriosos de las manifas contra el poder que ostenta el PP y se lanzaron a la calle con unas pancartas y unos lemas que eran falsos de principio a fin: que los niños pueden jugar en castellano y en gallego en los colegios. Si alguien conoce un ejemplo de chaval al que se haya castigado por hablar en gallego durante el recreo, que lo diga. Esta periodista conoce el caso de un crío al que enviaron a casa castigado porque se dirigió en castellano al profesor de un colegio concertado. Y conoce varios casos de niños que querían estudiar en castellano y gallego y no hubo manera de que recibieran clase en castellano. Y conoce el caso de un colegio de Galicia que decidió homologarse con un grupo docente de Estados Unidos y convertirse en centro internacional para poder así impartir clases en gallego y en castellano. Y muchas historias más de discriminación del castellano.

Ya está bien de mentiras. De falsedades. De discriminación. Ya está bien de consentir todo a la izquierda, a los "progres" mientras se falsea la política de la derecha, de los "neocom", como le gusta decir a Zapatero.

La lista que anuncia el PSC en Cataluña es una falacia, porque escamotea nombres que están en ella, nombres que saldrán elegidos eurodiputados si los catalanes votan esa lista. Y en Galicia es absolutamente incierto que la derogación de la ley de educación del gobierno anterior suponga que va a ser perseguido el gallego. Lo ha sido el castellano hasta el 1 de marzo, y quien quiera ejemplos de que es así los tiene a centenares. Feijóo prometió en su programa y en su campaña que se obligaría a la enseñanza del gallego, pero también a la enseñanza del castellano, y que los padres podrían elegir las asignaturas que querían en castellano y cuales en gallego. Lo que dicta el sentido común, y lo que dicta el respeto al castellano y al gallego.