Cambio de sentido

Don dinero

En la Aldea Global también están los benditos "tontos" del pueblo, los donnadies que recelan de Don Dinero

Todo el oro del mundo, se titula una película de 1961. En Cabosse, aldea famosa por la longevidad de los lugareños, una inmobiliaria ve el filón y se apresta a hacer de ella una urbanización para parisinos estresados. ¡Por fin llegará al municipio el parné, moderneces, clientes pal negocio, medias de seda! Todos los vecinos venden sus propiedades; todos salvo uno: el viejo terco del pueblo, que tiene por hijo a un cabrero medio faltusquillo. El padre no traga y el hijo no entiende -y por eso desarticula- el idioma farsante de los vendedores de Progreso. Claro, quienes crean y quienes creen el discurso del dinero se les echan encima. Y se lía.

Todo el uranio del mundo se titula, no una película, sino la puñetera realidad. A Retortillo (Salamanca), la minera australiana Berkeley ha llegado para abrir la que será (ojito) la única explotación a cielo abierto de uranio en toda Europa. Leo que estos señores australianos, tan altos -déjenme imaginarlos- y simpáticos, ya han pagado el parque infantil del pueblo y unas obras en la piscina municipal y prometen más de 400 puestos de trabajo. Son un encanto. Gracias al cielo (o a la tierra, quizá), en la Aldea Global también están los benditos tontos y tercos del pueblo, los donnadies que recelan de don Dinero. Me lo contó un natural de Retortillo, agobiado porque Berkeley ha comenzado a talar cientos de encinas centenarias. Una marca roja en el árbol es señal para que el exterminador lo desgaje y, con él, el modo de vida de las gentes del campo charro, a quienes no les deshonra el pelo de la dehesa ni quieren peinárselo con colonia cara. Y claro, se está liando. Algunos vecinos comienzan a movilizarse. Portugal pide información a España por la posible contaminación radiológica, la Audiencia Nacional estudia la legalidad de la mina, dos fiscalías abren diligencias… A Berkeley, plin; ya tiene vendida parte de la futura producción del mineral radioactivo, y la cizaña y la cizalla del dinero ha hecho mella.

…Y así, en Retortillo como en Eurovegas, o en comarcas que acogen por un puñado de dólares residuos nucleares, o en cada discurso político que confunde riqueza con dinero, o en nuestras ciudades disfrazadas de sí mismas ante el turismo, o en la boca retractada del progreta que donde dijo "utopía" quiso decir "autovía"… Ante ello, el polaco Julian Tuwim -nos hace la traducción Luis Melgarejo- hizo hablar así al hombre sencillo: "Señores, ¿a quién van ustedes a engañar? ¡Porque a nosotros, no!".

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