Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Drama y propaganda

El segundo puesto mundial en muertes por Covid-19 revela la incompetencia de los gobernantes

Los humoristas gráficos son los mejores comentaristas de la realidad. Hoy me sirve de inspiración el Cuadrilátero de Esteban de este periódico con la aseveración de un sanitario que dice "Hemos hecho el test a los ministros y la mayoría no presenta síntomas de ser ministros". ¡Ay si nos hicieran test a políticos, periodistas, escritores, profesionales y ciudadanos diversos para ver si presentamos síntomas de ser lo que decimos ser!

En esta cruel tragedia mundial que padecemos el único que presenta síntomas de lo que es se llama Covid-19. Es verdad que todos los gobiernos se han visto sobrepasados por el -¿inesperado?- ataque, aunque tras la aparición en China y la contundente reacción de su Gobierno y la de Corea del Sur, amén de la calamidad que nos vaticinaba una Italia asolada y, posteriormente aislada, había suficientes advertencias para que otros países, como España, hubiesen tomado medidas inmediatas y contundentes para no verse desbordada por el monstruo silencioso. El despótico desprecio del enemigo del que hicieron gala dirigentes parecidos física e ideológicamente como Trump y Johnson lo están pagando caro ya. En España el pintoresco tándem Sánchez-Iglesias ha llegado tarde y mal, pero ha llegado. Un informe del Imperial Collegue británico ha afirmado que si España no hubiese adoptado el confinamiento tendríamos que lamentar, hoy, 16.000 muertos más.

Lo que no ha dicho es cuantas víctimas se habrían evitado si las medidas se hubiesen adoptado antes, suprimiendo multitudinarias concentraciones políticas, deportivas, feministas, sociales, etc. La propaganda gubernamental nos dice que se está estabilizando la situación sanitaria -mientras el paro ha subido dramáticamente en sólo quince días-, pese a que el segundo puesto mundial en víctimas mortales por el Covid-19 -cerca de 11.000, casi mil diarias al redactar estas líneas- revela la incompetencia de nuestros gobernantes. Han faltado, desde los comienzos, medios de protección para sanitarios, policías, militares, farmacéuticos, etc. que se les han mandado a primera línea de batalla sin el material adecuado. Y están muriendo muchos ciudadanos porque no han podido ser atendidos correctamente -la falta de respiradores y recursos humanos especializados en las UCI, con la Generalitat exigiendo no desviar a esas unidades a los mayores de 80 años- o han sido olvidados en las desesperadas residencias de ancianos. Hay testimonios terribles de inhumanidad no mencionados en las frías estadísticas utilizadas en las ridículas 'ruedas de prensa' virtuales, con ministros y hasta presidentes que no han pasado el test de competencia.

Los héroes y las víctimas son los que son, pero los irresponsables, también. Entre la realidad del drama y la propaganda hay un abismo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios