Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Drama bajo el sol

El buen tiempo y recuperar algo de libertad no nos puede hacer olvidar la tragedia que vivimos

El sol aprieta y llega el verano con su incitación a la vida, con unos ciudadanos que han vivido confinados 65 largos e interminables días, para poner algún freno a una pandemia que no han sido capaces de prevenir y atenuar nuestros gobernantes, en una flagrante irresponsabilidad que hemos denunciado insistentemente los comentaristas independientes de medios no vendidos al poder, aunque los fanáticos de ese poder de turno -exactamente como ocurría en tiempos de la transición a los que defendíamos la democracia sobre la dictadura- nos insulten y tachen de lo que quieran. También los partidos políticos, en el Gobierno o en la oposición, no están a la altura de la terrible tragedia que nos azota: El Gobierno Sánchez-Iglesias intenta, por todos los medios, amordazar o desprestigiar a sus críticos, con el denominador común de 'fascistas' o 'extrema derecha', mientras la oposición aumenta la tensión dialéctica contra los flagrantes errores del Gobierno. Confrontación que se está trasladando a la calle, con peligrosos enfrentamientos entre los que ejercen su derecho a la protesta y los partidarios gubernamentales. Sería absurdo reducir todo, una vez más, a las horripilantes dos Españas, en estos momentos con casi 28.000 muertos -la mayoría fallecidos en residencias de ancianos en situaciones inhumanas-, centenares de miles de personas que no tienen nada, a los que ni siquiera les ha llegado los prometidos ERTE, millones de futuros parados, pequeños empresarios arruinados y, en fin, una oleada de miseria, ya observada en las colas de gentes desesperada por no poder alimentar a sus hijos.

Los veteranos comentaristas echamos de menos la falta de voces a la izquierda que denuncien la cruel realidad. Precisamente, tras la muerte de Julio Anguita, recordaremos que, aunque hubiese un gobierno de izquierdas en el poder -el PSOE de Felipe González- un hombre de ideas comunistas, defendidas con convicción y honestidad, mantuvo la bandera de la libertad y de la opción democrática que, sin renunciar a sus creencias y sin engañar a nadie, era la otra luz de la izquierda. Hoy, el poder que todo lo corrompe, ha aglutinado a una izquierda doble -en su ensayo dictatorial- que se manifiesta con las gabelas y tiranía que dan los grandes sueldos, los ostentosos despachos, coches oficiales y alfombras, para no distinguirse de la denostada 'casta'.

El sol calienta y llega el verano. La gente sale ansiosa a calles, paseos y playas, aunque con las mascarillas que un Gobierno, tan grotesco en sus habituales cambios de opinión, exige ahora y no antes, bajo sanciones de 600 a 30.000 euros. Pero, por favor, no olviden que vivimos en una terrible tragedia y sean consecuentes y responsables, pese a no serlo quienes nos gobiernan.

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