La importancia de la salud para todas las sociedades es una constante en la historia de la humanidad; en el tiempo más reciente son muchos los países que han puesto en pie sistemas sanitarios con criterios de acceso universal que han contribuido de manera decisiva a la consecución de buenos niveles de salud y de cohesión social. Con ello, han contribuido al desarrollo económico.

Cuando afrontamos situaciones tan duras y difíciles como las que nos afectan a nivel global por la pandemia causada por la Covid-19, es más visible la importancia de la salud y la trascendencia que tienen las enfermedades en la economía. La pandemia nos está abocando a todos los países a una importante crisis económica que sumará sus consecuencias en desempleo y pobreza, a la morbilidad y mortalidad que sufrimos desde hace meses.

Por eso merece la pena señalar que la reacción de las instituciones europeas y del propio Fondo Monetario Internacional ha sido, en este caso, muy diferente a la estrategia de recortes y de austeridad que se impulsó con la crisis económica de hace unos años. Ahora se opta por una política anticíclica para estimular la inversión desde el sector público. Ello nos lleva a la paradoja de tener los presupuestos públicos más altos que, además, se formulan en un contexto de crisis profunda.

Sería conveniente asegurar que esta mayor disponibilidad de recursos presupuestarios (la mayor parte de ellos procedentes de los fondos europeos) se oriente y se inviertan en ámbitos que permitan la generación de valor añadido y la reforma de nuestro modelo productivo para salir de la crisis con una mayor fortaleza en nuestro sistema de bienestar y en nuestro sistema productivo. Se trata de hacer viable una mayor sostenibilidad económica y ambiental que deje un mundo mejor en el medio plazo.

Es por eso que, además de afrontar los desafíos de la pandemia procurando la mayor efectividad en las medidas preventivas, los poderes públicos tienen una oportunidad que deberían saber aprovechar para usar ingentes cantidades de recursos buscando una transformación de nuestra economía que haga posible un escenario de crecimiento económico sólido y duradero. Lo desafíos de la pandemia y los desafíos de la economía será más fácil superarlos con el concurso de todos.

La combinación de esfuerzos para proteger eficazmente la salud del conjunto de la sociedad y para aprovechar la canalización de recursos económicos cuantiosos hacia proyectos que permitan reformas válidas de nuestra economía productiva es, sin duda, el gran reto de nuestra sociedad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios