Manías

erika Martínez

Educar sin chantajes

TODA democracia descansa secretamente en el funcionamiento de su educación infantil. No solo porque la escolarización temprana resulte imprescindible para avanzar en la defensa de la conciliación familiar y la igualdad de género, sino sobre todo porque la primera infancia es la base de nuestra formación emotiva, intelectual y ciudadana. La educación en la etapa 0-6 tendría que ser, por ello, universal y gratuita, y estar garantizada por el sistema de enseñanza general.

Dar un cheque bebé para que la gente pueda enviar a sus criaturas a un centro privado donde las entretengan y vigilen no es garantizar la educación infantil. La etapa 0-6 debería ser impartida, igual que el resto de etapas, por maestros cualificados, con una ratio aceptable de niños por aula y un programa formativo de calidad. Para que esto fuera posible, tendría que desarrollarse en pequeñas escuelas como etapa única, asegurando con ello la planificación coherente de los proyectos educativos y una mínima continuidad de los vínculos escolares y familiares.

¿Imposible? En absoluto: así es como funcionan, aunque parezca inverosímil, las Escuelas Infantiles Municipales, que vienen construyendo desde hace más de treinta años un espacio educativo de vanguardia en Granada. Hace poco fui invitada a dar un taller literario en una de ellas y tuve la oportunidad de comprobarlo. Todo el mundo debería tener derecho a que sus hijos desarrollasen la capacidad verbal y de abstracción que tenían aquellos niños y niñas, su seguridad y autonomía, su capacidad de tomar iniciativas y de convertirse en sujetos activos de su propio aprendizaje. He dado muchos talleres y nunca había visto nada parecido. Ni de cerca.

Cuando una ciudad tiene un tesoro como esa red pública de escuelas su responsabilidad es defenderlo y ampliarlo. ¿Qué hace nuestro Concejal de Educación? Emprender su parcial y tan solo postergado desmantelamiento, afirmando que es necesario eliminar el ciclo 3-6 para garantizar la duplicación de plazas del ciclo 0-3. Lo cual viene a ser algo así como decir que ya no se puede sacar sangre porque hay que hacer más radiografías. O que no se pueden abrir bibliotecas porque no hay dinero para hospitales. Si hay algo infantil que cultiva el Ayuntamiento, está claro que es el chantaje.

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