Elecciones el 28 de abril

La campaña debería servir para definir las posiciones en torno al modelo territorial y al encaje de Cataluña en España

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer su decisión de disolver las Cortes Generales y convocar elecciones generales para el próximo 28 de abril. A partir de ahí tocará a la ciudadanía decidir sobre quién debe gobernar España en un momento trascendente para nuestra historia como nación y como sociedad.

Tiempo habrá para analizar en detalle otros aspectos de la política española pero, en estos primeros momentos, es evidente que el 28 de abril se decide quien y de qué manera va a abordar el conflicto territorial planteado por los independentistas catalanes con el apoyo de una parte importante de la sociedad catalana, que desoye la legalidad vigente y los planteamientos de otra parte de la sociedad catalana.

Creo que el 28 de abril debe servir para definir un proyecto de España en el que quepamos toda la ciudadanía. Una España inclusiva en la que el diálogo y el entendimiento definan nuestro proyecto como país.

Seguramente vamos a ver la confrontación de un modelo inclusivo (defendido por el PSOE), frente a un modelo (propuesto por los partidos de la derecha) que define y pone etiquetas de lo que es ser un buen español en una España uniforme.

La precampaña y la campaña deberían servir, en mi opinión, para definir bien las posiciones en torno al modelo territorial y al encaje de Cataluña en España; siempre en el marco de la Constitución y el Estatuto de Autonomía, pero para proceder a su reforma pactada y refrendada por la ciudadanía.

Y sería una oportunidad perdida que no fuéramos capaces de abordar, también con claridad, los enfoques que desde la visión socialdemócrata de la política se ofrecen para la recuperación, la defensa y la generación de nuevos derechos sociales, o las respuestas a los problemas y desafíos en el bienestar de la sociedad: pensiones, sanidad, educación, atención a la dependencia, desigualdades, derechos laborales, precariedad laboral o salarios bajos.

Algunos de estos elementos también necesitarán, en su momento, una reforma pactada de la Constitución. Los partidos de la derecha tienen su modelo para todas estas cuestiones que, en mi opinión, es un modelo inadecuado y regresivo. La ciudadanía decidirá y por eso, la ciudadanía progresista tendrá mucho que decir.

Pues eso: digamos el 28 de abril.

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