NO comprendo cuál es la relación entre la inminencia de las elecciones generales y autonómicas y el informe negativo emitido por la Consejería de Medio Ambiente para la instalación del teleférico en Sierra Nevada. ¿Hablamos de electoralismo? Como ya se ha comentado en otro espacio de nuestro periódico, si damos por buenos los resultados de una reciente encuesta sobre la posición de los granadinos sobre el controvertido remonte, que elevaba el grado de satisfacción a porcentajes estratosféricos, la negativa de la Junta de Andalucía sería contraproducente con sus intereses electorales inmediatos. Lo más fácil habría sido, cometiendo un gozoso pecado de demagogia, autorizar el remonte para atraer el voto de la masa ingente de ciudadanos que, según el sondeo citado, respalda la iniciativa, y luego capear a los insatisfechos de siempre emperrados en preservar las montañas, los panoramas y los endemismos, ¿O no son tantos los granadinos favorables al teleférico y la encuesta exageró interesadamente los resultados? Lo planteo sin animosidad, solo como una hipótesis deductiva.

Los promotores del teleférico, una vez perdido el combate, se han encastillado con los mismos argumentos políticos utilizados por el Partido Popular. Están convencidos de que ha sido una decisión política, es decir, que las arduas valoraciones que contiene el informe son producto no de un correcto análisis de los pros y los contras sino de una operación que nada tiene que ver con el medio ambiente. Por extensión, si llevamos adelante la sospecha, deberíamos concluir a continuación que los técnicos que han intervenido en el estudio se han dejado manipular con mansedumbre por las autoridades. O que son parte de un eficiente comisariado político.

Este cierre de filas hacia posiciones estrictamente políticas ha inspirado frases de tono conspirativo y misterioso como la escrita por el presidente de la sociedad Teleférico Sierra Nevada, Juan Antonio López: "Quizá en su momento podamos conocer el verdadero porqué de la declaración negativa de impacto ambiental y descubrir si realmente algún partido político es rehén de otros intereses que no sean los de la protección de la Naturaleza". Si empleamos ese mismo estilo gratuitamente especulativo podríamos sugerir que quizá algún día se descubra si algún partido es rehén de los empresarios a causa de sus intereses económicos. Pero como detestamos las imputaciones sin fundamento me apresuro a borrar una sugestión tan peligrosa.

No, el teleférico no es, como ha dicho el presidente del PP, Sebastián Pérez, un proyecto "gratis", sino con un alto precio: el sacrificio de una parte sustancial de la Sierra en aras del provecho económico privado.