Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Embovedados

¿No quieren peatonalizar el centro? No veo mejor manera que devolviéndonos el río que nos quitaron

Por si nos faltara algo más en esta Granada nuestra, el embovedado río Darro acaba de dar otro aviso de que sigue ahí, con socavón incluido, en la Acera de su nombre, a la altura del antes Hotel Montecarlo, ahora solar vacío a la espera de bloque. Como el Hotel Zaida, el Montecarlo ha desaparecido a costa de que los granadinos perdamos otra referencia sobre nuestra ciudad, tuviera o no valor arquitectónico, fuera o no lugar lorquiano, porque también somos granadinos los demás y deberíamos tener derecho a decidir en cuestiones que afectan a nuestro paisaje diario, cada día más impersonal y más feo.

La pérdida de la identidad de Granada a costa de destruir, demoler y rentabilizar urbanística y económicamente su suelo es una desdichada constante en el tándem Ayuntamiento-constructores desde el inicio del desarrollismo especulativo, que en otras ciudades -como Toledo- no se ha permitido. Pensarían que con la Alhambra ya teníamos suficiente, y que el resto del suelo era para especular o para su divinidad el coche. Indolencia con el suelo y con el no suelo, por ello embovedaron su río.

En mis explicaciones de urbanismo siempre, desgraciadamente, les he puesto a mis alumnos como ejemplo de urbanismo indolente y nefasto a Granada, cuyos mandatarios no dudaron durante los siglos XIX y XX en embovedar al río Dauro (Da oro), considerándolo un "Darro" insalubre y maloliente que había que eliminar de la ciudad en pro de la modernidad.

Eliminaban así la imagen romántica de Granada difundida por viajeros ingleses y franceses mediante sus escritos y estampas, de la ciudad bajomedieval bellamente fragmentada en dos por el Dauro y surcada por numerosos puentes.

Un río aprisionado injusta e indolentemente por mentes obtusas, que vería justicia si se le devolviera a la luz, se desembovedase, se reabriese a la vida de una ciudad de la que nunca debió desaparecer y se reincorporara a nuestro imaginario actual, con sus puentes y con el rumor del agua y la naturaleza viva en pleno centro de Granada ¿No quieren peatonalizar íntegramente el centro? No veo mejor manera que devolviéndonos el río que nos quitaron.

En 1999 Granada Histórica, a través de su Oficina Técnica, elaboró una propuesta para la reapertura del Darro a la altura de Plaza Nueva y hasta su desembocadura en el Genil como primer paso para devolver esa imagen romántica a nuestra ciudad, pero como otras tantas iniciativas, cayó en el olvido.

Y seguimos embovedados en esto y en otras muchas cosas más…

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