No ha costado 'niná', como diría Andrés Cárdenas, dar con el sustituto de Luis Salvador en la poltrona municipal. Al final, todos movieron ficha con mayor o menor acierto y el designado para regir los destinos de la ciudad de Granada será Francisco Cuenca. Pocos como el socialista pueden presumir de haber llegado al puesto tras dos mociones de censura gracias al apoyo de la misma persona: Luis Salvador. Si en la primera ocasión el cambio en la alcaldía se desató tras la detención de José Torres Hurtado, esta vez el caso es más llamativo, pues el hasta hace unos días alcalde tenía a Cuenca en la oposición. Ya se sabe que se dice que el mundo la política provoca extraños compañeros de alcoba, pero lo sucedido en Granada durante estos días previos ha lindado con el esperpento. No obstante, una vez aclarado el panorama lo que toca es dejar de mirar atrás para que nadie se convierta en estatua de sal y trabajar por y para todos los granadinos, sin distinción alguna, porque sólo así Granada podrá seguir mirando al frente, hacia su futuro.

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