Perdiendo el norte

Encaje de bolillos

Si quiere, el Estado puede invertir en Granada, si no lo hace es porque realmente no quiere. Debemos seguir insistiendo

Me he puesto pijillo y me he plantado en el Palacio de Congresos. Entrar en el cónclave del pépé andaluz con unos calcetines color naranja y lloverme las ofertas de afiliación, ha sido todo uno. De las tres afirmaciones anteriores solo dos son ciertas.

Celebrar congresos desde el palco del poder es más cómodo que desde la sequía de la oposición. Con el BOJA en la mano, las penas son menos. Así te puedes entretener, sin más, en que salga bien encajar el hecho de juntar a Ayuso, Feijoo, Hervías, Moreno, Casado, el del hueso de la aceituna y hasta Marín (que ha visitado al que todavía no es su partido) en el mismo foro (juntos pero no revueltos) sin que se maten los que no se pueden ver.

Para Tetris, el de los presupuestos del Estado. Tan justo y necesario es denunciar el olvido que hace el Gobierno de las cosas de Granada (clamoroso) como celebrar el avance de algunas pocas cosas, como la vuelta del tren por Baza.

La adjudicación del estudio del corredor ferroviario Guadix-Baza-Lorca no compromete pero la concienciación existente es tal -por la lucha de los movimientos locales por el tren y de los políticos implicados (como el ahora delegado Fernández)- que la cosa no tiene vuelta atrás. Ya nos encargaremos de hacer ruido los que lo han hecho estos años; y los que, en menor medida, también hemos contribuido. Y los que, aún pipiolos, nos plantamos el 31 de diciembre de 1984 en la estación bastetana para ver el último tren.

¡Está genial lo de los proyectos, bro! Los gobiernos (santelmos o moncloos) rellenan páginas de boletines oficiales (y medios) encargando proyectos. Es obvio que sin eso no hay inversión. Pero encargar proyectos es chulo: parece que haces algo pero en realidad le das 20 patás palante a las inversiones reales. Es un mecanismo guay que da resultados.

Buena parte de las iniciativas del Gobierno andaluz son eso: proyectos a futuro. Inversiones reales… poquillas. El gobierno central precisamente se escuda en lo mismo para no invertir ni una gorda aquí en el 22.

Es cierto que la Variante de Loja necesita una actualización burocrática y que avanzar en el Corredor Mediterráneo adolece aún de un plan que podrían haber hecho los de antes. Pero también es cierto que si quiere, el Estado puede invertir en Granada. Hay muchos flancos abiertos donde actuar más allá de la conexión con Almería o el AVE-de-verdad por Loja. Si no lo hace es porque realmente no quiere. Ahí debemos seguir insistiendo. Poder puede. Desde Andalucía, 'idem-eadem-eodem.

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