Por fin estamos en Granada en la fase 3 de la desecalada y ello abre la posibilidad de poder avanzar en el reencuentro entre las personas y en una mayor capacidad de recuperación de las actividades económicas que dan base y sustento al crecimiento económico y a la creación de empleo. Va a ser inminente la decisión de poder movernos entre provincias y reencontrarnos entre nosotros. Es, sin duda, una muy buena noticia.

Ahora toca extremar las medidas de prevención que afectan e interpelan al conjunto de la sociedad. Por una parte, cada uno de nosotros debemos tomarnos en serio las restricciones que aseguran evitar los contagios. La distancia de dos metros entre personas, el uso de mascarillas o la higiene de manos, deben ser la norma de nuestro comportamiento.

Por otra parte, las comunidades autónomas deben tener asegurados los refuerzos necesarios en los dispositivos asistenciales para conseguir la detección precoz de casos, el rastreo de los contactos y el aislamiento domiciliario cuando proceda. Habría que asegurar una dotación adecuada de recursos sanitarios y de profesionales suficientes en atención primaria y superar las insuficiencias detectadas desde hace tiempo.

Los ayuntamientos deben hacer su contribución para que se cumplan todas las restricciones e impedir comportamientos que pongan en riesgo la salud de la ciudadanía con nuevos brotes derivados de concentraciones que no cumplan los requisitos mencionados; serían brotes que pueden afectar a la reputación de cada ciudad y a la economía de la misma si hay que volver atrás, implantando nuevos niveles de confinamiento que perjudicarían la economía local.

También es muy importante poner toda la atención posible en el ámbito de las residencias de mayores para evitar que la paulatina vuelta a la normalidad en las visitas a las residencias pueda convertirse en un foco potencial de contagios que, con estas personas tan vulnerables, tendrían consecutivas fatales e irreversibles.

Aunque suene a planteamientos reiterativos, creo que nunca estará de más reclamar la colaboración de toda la sociedad. Cuidándote a ti, me cuido yo. Cuidándome yo, te cuido a ti. Y así, nos cuidamos todos poniendo nuestro granito de arena para una sociedad mejor. Aprovechemos esta oportunidad de los encuentros en la tercera fase.