Cambia, todo cambia

Enseñanza Obligatoria

Exijo que la Junta actúe rápido y podamos recibir muy pronto en la UGR a cientos de estudiantes con capacidades diversas

Camilo es un chico que cursa 4º de ESO en el IES Soto de Rojas, perfectamente integrado y con muy buenos resultados académicos. Además Camilo necesita una atención especial ya que padece una Atrofia Muscular Espinal, por lo que utiliza una silla de ruedas y además desde hace dos años tiene una traqueotomía. Sin embargo, Camilo lleva más de un mes sin poder acudir a clase, porque la Delegación de Educación no es capaz de responder a las necesidades especiales de este brillante estudiante al no haber aclarado que las monitoras de apoyo contratadas para acompañar a estudiantes como él deban asistir también aspectos con cierto carácter sanitario como el de la alimentación y el aspirado a través de la traqueotomía.

La Enseñanza Secundaria Obligatoria es un deber como su propio nombre indica, y en nuestro país la educación es un derecho desde hace décadas. Pero ejercer este derecho no siempre es fácil para los miles de niños y niñas que tienen algún tipo de enfermedad crónica o sencillamente tienen capacidades diversas. Las inversiones en servicios públicos no son suficientes para que estos chicos y chicas puedan educarse en nuestro país de forma adecuada, de tal manera que sufren discriminaciones que van desde no poder asistir a una excursión porque no hay personal suficiente para acompañarles a la situación extrema de Camilo que ahora mismo no puede siquiera ir a clase, por más que esté obligado a hacerlo y le encante estudiar. En cualquier caso, no sólo se trata de una cuestión de recursos, en demasiadas ocasiones la gestión política no es la más adecuada pues la solución a los problemas que se van generando es sencilla y barata, pero a quienes nos gobiernan algunos cambios les parecen un mundo, quizás porque son demasiado ineptos o porque les falta interés.

Afortunadamente Camilo es un chico fuerte y muy inteligente. Además está rodeado de gente estupenda como su propia familia, en especial su madre, y la comunidad educativa del Zaidín, que con sus compañeros y compañeras al frente, se está movilizando para que pronto puedan tener la clase completa.

La idea de Camilo, como la de otros estudiantes es venir a la Universidad. Hace unos años tuve un alumno brillante, Miguel Peragalo, que en condiciones parecidas a las de Camilo llegó a conseguir un título de posgrado. Exijo a la Junta que actúe rápido y espero que el caso de Miguel no sea un excepción para que podamos recibir muy pronto en la UGR a cientos de estudiantes con capacidades diversas como ellos.

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