¡Español@s: consumid y gastad!

Hay que reactivar la eocnomía, por tanto, malditos aquellos que no se unan a la fiesta del consumo

Noventa y nueve días después del cierre nacional ha llegado el momento de la nueva normalidad. Por aquellos de las fatalidades de fechas, algo que podría ser objeto de debate científico, resultó que tal cierre coincidió con el famoso quince de marzo, los idus del mes que tan fatídicos resultaron para un dictador de renombre como lo fue Julio César. No voy a plantearles si alguno de ustedes va a cambiarse de nombre por llevar el patronímico de tan nefasto individuo o incluso si cambiar el nombre de su pueblo si resulta que tal nombre deriva de una colonia romana fundada por veteranos de alguna legión mandada por tal dictador; pero bueno pueden pensarlo e iniciar alguna recogida de firmas en la red para que el mes que viene cambie de nombre, por ejemplo.

Lo que sí les planteo deriva de otra casual casualidad. El mes de marzo en sus días 8 y 15 son días mundiales de algo, en verdad faltan días en el calendario para celebrar cosas, y al igual que en el viejo santoral cristiano en que cada día se dedican a varios mártires, vírgenes, obispos y demás, pues todos los días celebramos algún evento laico. El 8 se celebra el día mundial de la mujer trabajadora, cada vez con mayor apoyo, razones y justificaciones. Algunos hasta dicen que hay que celebrarlo por encima de todo. Que cada cual ponga las razones que le vengan en gana. Y el 15 de marzo se celebra el día mundial del consumidor, día que este año ha pasado casi desapercibido porque vino a coincidir con el inicio del cierre nacional. Fue una pena esa fatalidad, sin embargo podemos estar ahora felices, pues 99 días después nuestro gobierno tiene una maravillosa proclama. Hay que comprar, hay que gastar, hay que salir de vacaciones, hay que reactivar la economía. Por tanto, malditos aquellos que no se unan a la fiesta del consumo.

El gobierno debe estar feliz con que los españoles y españolas entren en una vorágine consumista que permita afirmar a Tezanos que la economía despega. Quizás el único que no esté de acuerdo sea el Ministro de Consumo, un comunista que fiel a su ideología dice que el consumo es un engaño del capitalismo. Ya sabemos que en todos los países donde se impuso el comunismo no había colas para comprar, básicamente porque no había nada que comprar. Y además, dice que el turismo es una actividad casi esclavista y que genera poco valor añadido. Pareciera que nos quiere fastidiar las vacaciones. Vale.

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