El deporte favorito de los concejales del PP en el Ayuntamiento de Granada no es el pádel, ni el ciclismo. Ahora está de moda darle esquinazo al alcalde, una modalidad que exige reflejos para evitar a Luis Salvador en las fotografías y en los actos públicos. Curiosamente ayer no acudió ningún edil popular al partido de baloncesto del Covirán, donde el alcalde es asiduo espectador. Y eso que era un partido trascendental para ascender a la ACB. Pero nada, la consigna es no posar junto al alcalde y, en el Palacio de Deportes, los asientos se asignan según marca el protocolo, por lo que Salvador no tuvo a ningún compañero popular del equipo de gobierno para comentar el encuentro. Mientras, los empresarios, que son los que de verdad generan empleo, claman para que se acabe de una vez esta crisis política y la estabilidad llegue a la Plaza del Carmen, otra presión más para un alcalde espartano y acostumbrado a tragar quina. Y mientras Arrimadas decide mañana el futuro de la Alcaldía, los concejales del PP se llevan el Scatergories.

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