La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

¿Euroorden? Europollas

Sólo se hacen oír aquellos países de la UE que quieren anunciar que tienen un problema, Sánchez no lo tiene

Qué difícil es entender que un tribunal regional alemán enmiende a nuestro Tribunal Supremo. Los alemanes, además de bebedores de cerveza al Arenal de Mallorca, nos mandan sentencias para los investigados del Alto Tribunal en vez de su reglamentaria extradición. Jueces alemanes por el mundo. Nada que ellos permitieran a la inversa. Ni siquiera llamándose Puigdemonthaussen el golpista Carles. Si lo que hizo en Cataluña lo hubiera hecho en Baviera a Puigdemont le habrían caído 30 años.

Tanto es así que los abogados de los golpistas catalanes que no han sido agraciados con el reintegro judicial alemán, creen ahora que una de las fuentes del derecho español debe ser la jurisprudencia del tribunal regional de Schleswig-Holstein. Así, exigen que se libere ¡ya! a Junqueras, Romeva, Forcadell, Forny los Jordis. Han tardado un suspiro de pagés en pedir la subordinación de nuestras leyes a su conveniencia jurídica. Legislan en un rato.

Que proteste subiendo el volumen que le da su autoridad no es lo que esperamos de Pedro Sánchez. De Borrell tampoco. Pedro gritaba más en la oposición contando lo de Valeria. Para él sólo Rajoy es el indecente. No quiere indisponerse con Ángela Merkel. Josep tampoco es ya aquel Borrell que puso voz a tantos catalanes que se sienten españoles. Ha mutado a ministro del silencio en Cataluña y Asuntos Exteriores para el resto de España.

Entre los países de la UE sólo se hacen oír quienes quieren ser oídos para anunciar que tienen un problema. Pedro Sánchez no lo tiene. Él está en esa fase acomodaticia en la que prefiere no incomodar más de lo justo a quienes lo pusieron en la Moncloa a idear eslóganes y fotos con Pichi y dixit e Iván Redondo.

De una teórica euroorden ideada bajo la confianza de países socios en lo concerniente a la circulación de aquellos investigados por los tribunales del territorio Schengen, hemos pasado a la europollas con la que un tribunal menor alemán se ha inmiscuido en nuestro sistema constitucional de justicia. Si en España la instrucción de los sumarios requiere incluso años de acumulación de pruebas, testigos y demás garantías, tres jueces menores alemanes nos han endilgado hoy una sentencia sobre el líder golpista catalán con un rato de debate, dos lazos amarillos y tres periódicos leídos. Pero los fachas somos nosotros.

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