Es una evidencia que la Alhambra es una joya. Es la joya. Tal joya es la Alhambra y tan evidente es que muchos granadinos pasamos años enteros sin pisarla y a veces ni la miramos cuando tenemos ocasión de echarle un vistazo. Es lo que tiene que las joyas queden tan cerca, que nos olvidamos de ellas para que sean los turistas de todo el mundo los que la contemplen y la disfruten. Es normal y de cajón que si tienen posibilidades económicas quieran apreciar y ver una vez en la vida la magnitud de la Alhambra.

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