Fiesta en el Parlamento

En el Parlamento de Andalucía deberían repartirse la mesa con sus viandas cada vez que se reúnan

Muchos parlamentarios andaluces lo repetían como loritos: "Esta es la fiesta de la democracia". La apertura de la XII Legislatura del Parlamento de Andalucía resultó muy bonita y festiva. Los parlamentarios aparecían contentísimos. No era para menos, pues han encontrado un trabajo para cuatro años. Allí acudieron sus familiares para celebrarlo. Era un día de cortesías y abrazos, de muchas fotos con sonrisas. No era como en el Congreso de los Diputados, donde a la misma hora se despellejaban en el Debate del estado de la Nación. Andalucía es diferente, ya se ha visto el 19-J.

Yo estaba atónito en el puesto que montó Canal Sur Radio para la tertulia del programa de Jesús Vigorra, que entrevistaba a los portavoces. Los de izquierda elogiaban a los de derecha, y los de derecha a los de izquierda. Elías Bendodo elogió a Macarena Olona y después a Teresa Rodríguez. Juanma Moreno explicó que Jesús Aguirre "es simpático y tiene frescura". Todos lo elogiaban. En la ceremonia, Jesús Aguirre dijo: "Queda elegido presidente don Jesús Ramón Aguirre Muñoz". O sea, él mismo. Se reía hasta Juan Marín, el pobre, que estaba allí como de velatorio político.

Para hacerse las fotos, los del PP pusieron un banco extra. Parecían un coro carnavalesco. Por el contrario, los del PSOE de Juan Espadas, como se han reducido, parecían una comparsa. Los de Vox serían una chirigota, por el número. El cuarteto de cinco Por Andalucía, de Inma Nieto, no cabía en un taxi, pero sí en dos. Teresa Rodríguez confirmó que su compañera y ella se hicieron fotos. Por poco le sale un selfi.

En la mesa correspondían cinco sillas al PP y dos al PSOE. La mesa no es como la de la Última Cena, donde cabían 13. ¡Ojalá hubieran cabido 13! Los pobres pedían una silla a los ricos, por compasión. Pero el único rico es el PP, que le regaló una de sus cinco sillas a Vox. Juanma quería que el PSOE regalara otra, aunque sólo tiene dos. Juan Espadas dijo que tararí. La mesa no es como la parábola de unos ricos que dan la mitad de sus bienes a los pobres. A los comunistas de Inma le dieron una silla parlante, con voz, pero sin voto. Hasta Teresa quería una silla en la mesa, que es donde se come.

Mi conclusión es que en el Parlamento de Andalucía deberían repartirse la mesa con sus viandas cada vez que se reúnan. ¡Qué buen ejemplo sería! Todos haciendo el bien y sin mirar a quién. Frankenstein no acudió el jueves a las Cinco Llagas. En Sevilla hacía un calor como para quemar al demonio.

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