Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

El Fitur lorquiano

Hablamos de una sociedad sin ánimo de lucro entre cuyos patrones y asesores destacan apellidos ligados al IBEX 35

El descontrol institucional y la pésima gestión de la sobrina del poeta han enterrado en el Centro Lorca de la Romanilla 26 millones de euros públicos y, lo que es peor, la verdad. En una cata del mejor periodismo, Lola Quero y Gonzalo Cappa descubren en Granada Hoy que la Fundación presidida por Laura García-Lorca invirtió y perdió un pastizal en sellos de Forum Filatélico. La noticia asombra doblemente, puesto que hablamos de una sociedad sin ánimo de lucro entre cuyos patrones y asesores destacan los Botín, Arango, Abelló o Nin, apellidos ligados la aristocracia de las finanzas y del IBEX 35. A esta última revelación hay que sumar otras anteriores. Cito sólo tres por economía de espacio. Uno: la desaparición inexplicable e inexplicada de 3,8 millones de euros a manos del que fue hombre de confianza de Laura. Dos: el oscuro acuerdo por el que la Fundación paga deudas millonarias a la Caixa con derechos sobre el Legado que se comprometió a entregar a cambio de la edificación del Centro en Granada. Y tres: el Fitur corrido, "el huracán lorquiano" que en la primavera de 2013 barrió Nueva York, la ciudad en que nació Laura y a la que sigue íntimamente ligada. Sin aniversario redondo que lo justificara se celebraron allí a lo largo de casi tres meses un concierto de Patti Smith; una muestra con objetos personales, manuscritos y fotografías comisariada por Cristopher Maurer y Andrés Soria, el marido, o compañero sentimental, de Laura; la representación de los Títeres de Cachiporra en el Lower East Side; el Spoken Word con acento flamenco; una reunión de expertos académicos; un paseo por la llamada Ruta lorquiana; charlas, presentaciones y proyecciones de películas en el Cervantes… y, así, hasta casi una veintena de actos, según la información publicada en su momento por El país. Aún desconocemos quiénes fueron los contratados e invitados, por qué pagó tantísimo la Fundación (lo habitual es que paguen las instituciones de la ciudad de acogida) ni por qué se carga el dispendio al Patronato, o sea, a la gente común, en un ejercicio acrobático de sobrinismo contable.

Las administraciones han enviado técnicos a la Fundación para cuadrar el círculo de las cifras sin justificar, cuando lo que deben exigir es que se entregue el Legado a cambio del capitalazo perdido o iniciar una reclamación patrimonial antes de que finalice el plazo administrativo y todo, si es que hay algo, prescriba. Cuenca fía en parte su futuro político a la llegada del Legado. Pero el Legado no puede llegar a cualquier precio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios