La columna

Juan Cañavate

jncvt2008@gmail.com

Frío

Aunque frío sí que hace, como siempre por estas fechas, la cosa no pasa mucho más allá de lo que suele ser habitual

Tras un riguroso análisis de la realidad en el que he intentado no dejar de lado método que se precie ni reparo que lo desprecie; desde el más ortodoxo materialismo histórico, al que sigo fiel como un chiquillo, hasta las más novedosas y antipáticas corrientes del neopositivismo, incluyendo un punto de racionalismo incuestionable, algo de empirismo irrebatible, su poquito de lógica que queda muy elegante y hasta una pizca de irracionalismo punk , instrumentos todos del conocimiento en estado puro, que fluye como fluyen los ríos que van a dar a la mar, concluyo, creo, con posibilidad de acertar, que en estos días va a hacer un frío del carajo. Algo que, por cierto, suele ocurrir todos los inviernos. Aunque en estos tiempos se perciba el asunto en nuestro país con el orgullo de haber dado el salto de mearse en las manos para quitarse las grietas que causaba el frío, al uso de la ropa interior térmica y de las botas de Goretex. Un tiempo el nuestro y un mundo, el suyo, que ha volado de la acertada sabiduría del refrán del grajo y del carajo, a las previsiones de la Aemet, del Weather Channel, del Windity y hasta del Windgurú que, más que previsiones, son el postureo de un tiempo, (time) que cambió la sabiduría del mearse en las manos por el negocio mediático del frío (weather) sin prestarle la más mínima atención al grajo ni al carajo.

La auténtica verdad del frío, otra vez con Agamenón y su porquero, se escurre entre los dedos del discernimiento y resulta que, dependiendo de dónde uno mira, adquiere cualidades o, mejor, cantidades, diferentes que cambian en horas y minutos y así la Aemet da hasta siete bajo cero para las 23:00 cuando son las 22:00 para pasar a una vulgar cifra de nueve sobre cero a las 23:00 cuando son las 23:00, o sea, dieciséis grados de desencanto robados al pastel cotidiano de los informativos y la publicidad contratada después del tedioso fútbol y antes de que llegue el tiempo (weather) que todo el mundo espera. ¿Dónde están los fríos polares y los osos? ¿Y los lobos que vendrían con las nieves? ¿Y las nieves en fin?

Al final, nada es nada y aunque frío sí que hace, como siempre por estas fechas, la cosa no pasa mucho más allá de lo que suel sere habitual: un frío que agacha el nabo, que ahí se queda, y que decía el hombre más sabio que he conocido, pero que pierde el halo de epopeya necesario para ser el producto mercantil estrella del prime time de las cadenas por estas fechas, una vez acabada la campaña de rebajas.

Parece que, al final hará frío en enero y hasta es posible que haga calor en el mes de agosto.

Pero en fin, no me hagan caso y hablen del frío. De eso se trata y así podrán olvidarse entre otras cosas de los precios de Sevillana y de los cortes del servicio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios