MOTRIL tendrá el honor de acoger esta noche fútbol de Primera, algo de lo que en la capital estamos sobrados desde hace ya más de unos cuantos lustros, pues de todos es sabido que aquí estamos hartos de que nos visiten cada quince días equipos de la talla del Real Madrid, el Barcelona, el Valencia... En la capital de la Costa Tropical van a tener la oportunidad de ver a un histórico rojiblanco en acción: el Atlético de Madrid, el Atleti para los sufridores colchoneros.

Si hace unos meses me dicen que los aún dueños del Vicente Calderón iban a venir a Granada a disputar un partido de competición oficial seguro que hubiera pensado que, como ya ocurrió hace unos años, vendría de la mano del Granada CF y que el partido se disputaría en Los Cármenes. Y si me hubieran contestado que no, que el rival es el Granada 74 y que el partido se disputará en Motril, estoy convencido de que hubiera mandado a mi interlocutor a freír monas a la selva peruana. De lo primero tiene la 'culpa' Marsá que, de forma y maneras todo lo discutibles que se quiera, decidió gastarse una billetada en la compra del Ciudad de Murcia. Y de lo segundo, la culpa -esta vez sin comillas simples- la tienen los ayuntamientos de Granada, por cerrar las puertas al '74', y el de Motril, precisamente por todo lo contrario.

Ser de Granada no obliga a ser del CF. Hágase una encuesta y se comprobará que la mayoría de los niños y no tan niños se interesan más por los colores blancos o azulgranas. Evidentemente, haber nacido en los alrededores de La Alhambra tampoco implica beber los vientos por el '74', que, las cosas como son, anda muy escaso de aficionados. Pero también están los que les gusta el fútbol de verdad, independientemente de los colores de su camiseta. Esto se va a demostrar en unas horas en el Escribano Castilla, instalación que va a acoger fútbol grande, ése que no quiso Granada capital por decreto y dudando del histórico al obviar que la historia, una gestión decente y los buenos resultados pueden, podrían, con cualquier advenedizo.